El surgimiento de El Argar supuso una ruptura con respecto al periodo calcolítico precedente en aspectos como el desarrollo tecnológico, las relaciones económicas, los patrones urbanísticos y de organización territorial, o los ritos funerarios.
Investigaciones
Los inicios de la arqueología argárica cobraron carta de naturaleza a finales del siglo XIX, cuando los hermanos Henri y Louis Siret excavaron en 10 yacimientos argáricos y publicaron modélicamente sus hallazgos. A estos ingenieros de minas belgas se debe, entre otros, la excavación del yacimiento epónimo de El Argar (Antas, Almería) con sus más de 1000 tumbas. Tras la vuelta de Henri a Amberes, Louis Siret continuó trabajando en el sudeste durante toda su vida con ayuda de su capataz Pedro Flores, abordando temas diversos relacionados básicamente con el Neolítico y la Edad de los Metales.Este último trabajo y la publicación de Schubart y Ulreich (1991), que reúne un importante corpus de datos relacionados con los contextos funerarios de El Argar procedentes de la colección Siret, constituyen referentes bibliográficos fundamentales. En las últimas décadas, el estudio en torno a la sociedad argárica se ha visto reforzado con proyectos enfocados a resolver problemáticas paleoecológicas, económicas y sociológicas. Fuente Álamo, a finales de los 70 (Schubart, Pingel y Arteaga 2000), Gatas, a mediados de los 80 (Chapman et al. 1987; Castro et al. 1994; Castro et al. 1999) y Peñalosa (Contreras 2000) y la Illeta dels Banyets (Olcina 1997, Soler 2006) a finales de los 80, o La Bastida, en la actualidad, figuran entre las iniciativas más sólidas. A estos proyectos se unen diversas excavaciones llevadas a cabo en el pasado o en la actualidad en Granada (Terrera del Reloj, Castellón Alto, Loma de la Balunca, Fuente Amarga), Alicante (La Horna, Tabayá, Caramoro , Cabezo Pardo) y Murcia (El Rincón de Almendricos, Los Cipreses, Lorca, Punta de los Gavilanes, Bagil) que aportan datos de diferente orden para el avance de nuestros conocimientos.
Territorio
Asentamientos
Estos poblados no priorizaban el acceso a las mejores y/o más extensas tierras de cultivo, pues se advierte una relación inversamente proporcional entre la población que los habitó y el potencial agrícola del que disponían en sus alrededores.
Junto a los grandes asentamientos de altura, se distingue otro tipo de poblado, emplazado también en cerro pero de menores dimensiones, que dispone de fortificación y un escaso número de tumbas, tales como Barranco de la Viuda y Tira del Lienzo, ambos en Murcia. Probablemente constituyeron puestos defensivos o de control económico al servicio de los grandes centros como Lorca y La Bastida.
En último lugar, pero no por ello menos importante, cabe mencionar la existencia de una serie de poblados argáricos situados directamente en el litoral como Punta de los Gavilanes o Illeta de Banyets. Además de un posible papel en las rutas de comunicación, desde ellos se accedía a la explotación de ciertos recursos marinos.
Arqueología
Entre los productos de la manufactura argárica encontramos un vasto conjunto de herramientas, armas y/o adornos elaborados sobre materias de origen mineral (metal, arcilla, piedra) y animal (hueso) que fueron utilizados en los contextos de hábitat o amortizados en los ajuares funerarios de las tumbas.
Clasificamos este tipo de objetos en:
Objetos metálicos: la materialidad de las comunidades argáricas se caracteriza por una combinación característica de artefactos. Entre los objetos metálicos figuran herramientas, armas y adornos. Aunque la mayoría procede de contextos funerarios, no hay duda de que eran utilizados diariamente en actividades de corte y perforación. En la producción metalúrgica, la forja en frío y el recocido jugaron un papel mucho más destacado que durante el Calcolítico, ya que el número de piezas donde se verifican estas operaciones técnicas pasó de 30% a 75%. Ello hizo que el metal argárico fuese más homogéneo y resistente.
El cobre o, más tardíamente, el bronce se emplearon para la fabricación de espadas, alabardas, hachas, puñales/cuchillos, punzones y pequeños adornos, mientras que el oro y la plata se reservaron principalmente para la elaboración de brazaletes, pendientes anillos o diademas.
Cerámica: Se trata de recipientes cerámicos de factura cuidada que destacan por la alta calidad de sus acabados, el uso ocasional de apliques y una casi total ausencia de motivos decorativos. Dependiendo de su tamaño y su forma, estos recipientes fueron utilizados para preparar/cocinar alimentos sólidos y líquidos, servir alimentos sólidos y líquidos, como vasos de servicio o soportes o para almacenar alimentos y líquidos. En los contextos funerarios, las grandes vasijas acogieron los cuerpos de individuos adultos, mientras que los recipientes de menores dimensiones contuvieron cadáveres infantiles o bien constituyeron piezas de ajuar.
Instrumentos macrolíticos: Los molinos fueron una herramienta abundante e indispensable, puesto que buena parte de la dieta se basaba en el consumo de grano, mayoritariamente cebada. Se elaboraban a partir de grandes cantos rodados que eran transformados a lo largo de su vida de uso por abrasión y reavivado en instrumentos de perfil barquiforme. Los elementos móviles del equipo de molienda, las manos, eran muy probablemente de madera, a juzgar por los análisis morfométricos, funcionales y experimentales realizados. Esta innovación implicó varias ventajas, entre ellas una conversión más rápida del grano en harina, la separación entre harina y salvado en el mismo proceso sin necesidad de utilizar cedazos y la reducción de inclusiones de partículas líticas en la harina.
La producción de otros instrumentos líticos se vio influida por la introducción de nuevos tipos de objetos metálicos, el desarrollo de la tecnología alfarera y el tratamiento específico de los equipos de molienda. Muchos artefactos líticos, como mazas, martillos, moldes de fundición, yunques, martillos y placas de afilar perforadas o no, estuvieron relacionados con la fabricación o el mantenimiento de artefactos de metal.
Instrumentos líticos tallados: Los artefactos líticos tallados, insertados en soportes de madera para conformar hoces o trillos, también intervinieron en actividades agrícolas. Para su elaboración se tallaban láminas de diversos tipos de sílex granulométricamente diferentes, entre los cuales abunda el sílex oolítico. En algunas habitaciones de El Argar, Fuente Álamo y La Bastida han aparecido concentraciones de hasta docenas de láminas de sílex listas para reemplazar a los elementos gastados. El escasísimo o nulo número de núcleos y de restos de talla documentados, sobre todo en estos grandes poblados de altura, sugieren una separación espacial y social entre producción, distribución, almacenamiento y uso de útiles de piedra tallada.
Pesas de telar y fusayolas: Pesas de telar de arcilla, de forma circular o rectangular con ángulos redondeados y provistas de dos o cuatro perforaciones, son frecuentes en los poblados argáricos tales como El Argar, La Bastida, Los Cipreses o Peñalosa. Éstas formaban parte de dispositivos para tejer y tenían la finalidad de mantener tensa la urdimbre. Otro testimonio material de las actividades
textiles lo constituyen las fusayolas, algo menos frecuentes, las cuales consisten en piezas circulares de barro cocido con una perforación central. En ellas iba encajado el huso para tensar las fibras y transformarlas en hilo a través de movimientos giratorios. Se han encontrado elementos de este tipo en poblados como El Argar, Fuente Álamo, Cerro Redondo, Zapata o San Antón.
Huesos: Se incluye una serie de objetos elaborados en hueso, asta o marfil que fueron empleados como medios de producción, complementos para el vestido y adornos. En época argárica este tipo de piezas eran menos elaboradas que en periodos precedentes. Excepto el marfil, procedente en su mayoría del norte de África, los soportes se obtenían casi siempre de animales domésticos. Los útiles resultantes, como punzones, agujas, cinceles o alisadores eran fabricados mediante operaciones de fractura, aserrado, abrasión y pulido aplicadas generalmente sobre huesos de las extremidades de ovicápridos y bóvidos.
Los punzones y las agujas pudieron utilizarse en la producción textil y en la cestería para tejer, coser o perforar piezas de lino y esparto, a juzgar por evidencias contextuales recogidas en varios asentamientos, como por ejemplo, el Barranco de la Viuda, donde se halló una vasija de grandes dimensiones que contenía dos punzones y dos pesas de telar. Otros instrumentos como los cinceles/alisadores son especialmente frecuentes en el poblado de San Antón, para los que se ha propuesto su participación en actividades de peletería y curtiduría debido al intenso pulido que muestran sus superficies.
Bibliografía
- Proyecto Gatas 2: La dinámica arqueoecológica de la ocupación prehistórica. Monografías Arqueológicas. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Sevilla. (1999)
- Proyecto Peñalosa. Análisis histórico de las comunidades de la Edad del Bronce del piedemonte meridional de Sierra Morena y depresión Linares-Bailén. Junta de Andalucía, Granada. (2000)
- Hace 4000 años. Vida y Muerte en los poblados de la Alta Andalucía. Catálogo de Exposición. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Fundación Caja de Granada, Granada.(1997)
- En los confines del Argar. Una cultura de la Edad del Bronce en Alicante. Catálogo de exposición. Museo Arqueológico de Alicante, Alicante. (2009)
- La cultura de El Argar. Un modelo para el estudio de las formaciones económico-sociales prehistóricas. Akal, Madrid.(1983)
Biblioteca Digital
En primer lugar, se ha creado una biblioteca digital sobre arqueología argárica, que reúne más de 900 títulos publicados a lo largo de casi 150 años, entre textos monográficos y referencias parciales en obras de contenido más amplio. Cada título es accesible a través de un archivo en formato pdf, descargable individualmente. Los documentos previamente disponibles en internet y, por tanto, producidos por diferentes equipos e instituciones de investigación o de difusión, van acompañados de la referencia URL original.
En segundo lugar, se ha puesto en marcha un buscador sobre registros de texto y de imagen. Sobre todas las publicaciones se han aplicado lectores de reconocimiento óptico de caracteres (OCR), lo que permite la búsqueda sintáctica de términos. La innovación, sin embargo, consiste en la implementación de un buscador semántico. Esta herramienta de búsqueda trabaja sobre documentos de texto y de imagen indexados según un tesauro de arqueología argárica elaborado específicamente en este proyecto.
Enlaces
http://www.elargar.com/inicio/
Museo Arqueológico de Almería: http://www.juntadeandalucia.es/cultura/museos/MAL/index.jsp?redirect=S2_3_1.jsp&pagina=1&cat=0
Museo Arqueológico Nacional de Madrid: http://www.man.es/man/home.html
http://intrahistoria.com/la-cultura-del-argar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario