lunes, 19 de junio de 2017

Romerías

Introducción 

Las romerías son una de las manifestaciones culturales y religiosas más extendidas en España. Casi todos los municipios de esta provincia celebran su romería, rogativa o peregrinación cada año con fidelidad y fervor. El número de asistentes ha crecido significativamente en los últimos años, lo que da la medida de la revitalización de este tipo de celebraciones. Algunas de ellas han sido declaradas Fiestas de Interés Turístico. Buscaremos las claves del auge de las romerías analizando sus componentes desde la perspectiva antropológica y buscando una definición que refleje la complejidad de este fenómeno cultural. 

Estilo Flamenco

 "El flamenco de los gitanos
 no tiene nada que ver con el flamenco para los turistas. 
El flamenco real es como el sexo."
 -Klaus Kinski.

¿Qué es?

Flamenco es un arte que se presenta en dos variantes: Música y Baile. En la música, el Cante y la Guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos (como la percusión) y acompañamientos (como las palmas) que generalmente están presentes y juegan un papel muy importante.


El Baile es muy expresivo y cada parte del cuerpo ha de moverse de forma coordinada: Los pies, las piernas, las caderas, el talle, los brazos, las manos, los dedos, los hombros, la cabeza...

Para aprender flamenco, como en otras manifestaciones artísticas, son necesarios dos ingredientes: Alma y técnica, y esto no resulta meta fácil cuando consideramos que el flamenco es muy rico y complicado. Se pueden contar más de 50 "Palos" del flamenco. Cada "Palo" tienen su propio ritmo, su propia armonía y, en caso de que sea un palo bailable, cada cual se interpretará con una danza diferente.

jueves, 15 de junio de 2017

Plaza de España Sevilla

Ubicación

La exposición se halla al lado del Guadalquivir, consolidando la expansión hacia el sur de la ciudad antigua e integrándola con el gran Parque María Luisa.

Urbanamente se organizaba en una trama paralela al Paseo de las Delicias. Perpendicular a ésta se halla la Av. Rodríguez Caso, la cual culmina en la Plaza de España. El otro espacio público de importancia, la Plaza de América, se encontraba en el otro extremo de la exposición, también perpendicular al Paseo de las Delicias.

Introducción

En 1929, mientras en Barcelona se llevaba a cabo la Exposición Universal, en Sevilla se efectuaba la Exposición Ibero-Americana. El valor de esta exposición radica en su papel como catalizador de la modernización urbanística de la ciudad, a la vez que en la calidad de los pabellones participantes, presentando muestras de arquitectura
ecléctica con rasgos mestizos e indígenas, nunca antes vistas en Europa. Al mismo tiempo, el carácter historicista de la exposición sevillana sirve para poner en contexto el contraste de la radical propuesta de Mies van der Rohe en el pabellón alemán de la feria barcelonesa.

viernes, 9 de junio de 2017

El Cable Inglés de Almería

Descripción

Cable Inglés es un cargadero de mineral situado en Almería (España), es un ejemplo de la arquitectura del hierro, concluida su construcción en 1904. Unía la estación con el puerto. El muelle o cargadero de "El Alquife" es una obra de ingeniería, concebida para utilizarla como medio de transporte, almacenaje y embarque del mineral procedentes de las minas de hierro de Alquife (Granada) por vía marítima.

De estilo ecléctico caracterizado por el uso de los nuevos materiales. Siguió las directrices de la Escuela de Eiffel.  Actualmente el Cable Inglés sólo se puede contemplar desde el exterior ya que el interior no está aún rehabilitado.

Historia

Durante los siglos XIX y XX, la pequeña localidad de Alquife, en Granada, ostentaba el primer puesto como productor de hierro del país. Pero el material que llegaba de sus ricas minas a Almería se acumulaba irremediablemente en el puerto, pues el trabajo de 350 hombres durante diez horas apenas daba para embarcar mil toneladas. Urgía la necesidad de crear un nuevo sistema de transporte.

Tras la puesta en marcha del ferrocarril Linares-Baeza a Almería, la construcción del cargadero permitió a los vagones descargar su mercancía directamente en las bodegas de los barcos encargados de transportarla a un continente en pleno apogeo industrial.

El valor del ‘cable inglés’ no reside únicamente en su funcionalidad, sino que constituye en sí mismo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería del hierro, propia de la industrialización de principios del siglo XX. No en vano, este entramado de acero y vigas de hierro y madera de la escuela de Gustave Eiffel fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento por la Junta de Andalucía en 1998. Hoy, más de un siglo corroe el mineral de su estructura, tiñéndola de rojizo óxido y convirtiéndola en un elemento irreemplazable del paisaje almeriense.

Como consecuencia de su inestimable importancia histórica, arquitectónica y artística, en 2010 se emprendieron labores de restauración, reparación y saneamiento de aquellas partes deterioradas del Cargadero del Alquife. El plan contemplaba, además, la rehabilitación del interior del monumento, convirtiéndolo en un espacio de ocio y cultura que albergara un mirador en su parte superior. Un proyecto que aguarda ser llevado a cabo para dotar de una nueva vida a este testigo y protagonista de una época no tan lejana en el tiempo.

Partes

La estructura del cargadero consta de dos partes diferenciadas: el sistema de acceso y el muelle embarcadero.

El sistema de acceso es un viaducto en el que se alternan tramos de estructura metálica realizados con perfiles de acero formando una estructura de celosía perfectamente arriostrada, y tramos de obras de fábrica, formando arcadas de gran luz que descargan sobre fuertes pilas de mampostería revestidas, con la particularidad de recorrer con sillares alternantes almohadillados las cuatro aristas de las pilas.


Al muelle embarcadero corresponde la mayor densidad estructural, ya que es la parte que debía soportar las cargas del mineral. Éste se compone de varios planos; el más bajo constituye la cimentación que aflora del agua en grandes macizos de apoyo, sobre el que arranca el primer cuerpo visible de la estructura, con perfiles metálicos en contacto con el agua, y que sustenta los grandes soportes roblonados que sostienen el resto de la estructura y los arriostramientos que dan estabilidad al conjunto. El tramo final lo constituye un soporte directo del tablero por donde se desplazaba el ferrocarril.

Bibliografía

BOJA, Decreto 166/1998, de 28 de julio, por el que se declara bien de interés cultural, con la categoría de monumento, el cargadero de mineral denominado «El Alquife», sito en la playa de las Almadrabillas, Almería.

BOE, Nº 300, el 16 de diciembre de 1988 , que se encuentra en el dominio público de conformidad a lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Propiedad Intelectual española.



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jueves, 8 de junio de 2017

Esteban Murillo

Biografía 

Bartolomé Esteban Murillo nació en Sevilla y fue bautizado allí el 1 de enero de 1618. Su padre, Gaspar Esteban, era barbero-cirujano; su madre, María Pérez Murillo, provenía de una familia de plateros y pintores. Siguiendo la tradición andaluza, el pintor adoptó el apellido materno, Murillo, en vez del paterno.
Quedó huérfano a la edad de nueve años cuando, en un plazo de seis meses, perdió a ambos padres. Recibió instrucción en el estudio que tenía en Sevilla Juan del Castillo, pariente suyo por parte de madre, pero no hay constancia de un contrato de aprendizaje. En 1645 Murillo contrajo matrimonio con Beatriz Cabrera y Villalobos, con quien estuvo casado veinte años y tuvo once hijos. Ese mismo año recibió su primera comisión importante: una serie de once lienzos para el pequeño claustro del Monasterio de San Francisco el Grande, en Sevilla. En estas obras, Murillo combina la influencia de la pintura de Francisco de Herrera el Viejo con el naturalismo y el tenebrismo de Francisco de Zurbarán. 

En este período temprano pintó a menudo imágenes de niños, por lo que adquirió fama en el extranjero, especialmente en Inglaterra y Francia. Sus pinturas de la Virgen y el Niño contribuyeron a popularizar aún más este tema.
Murillo produjo una cantidad considerable de obras de carácter religioso, entre ellas numerosas imágenes de la Inmaculada Concepción. Fue también uno de los más grandes retratistas de su época, habiendo desarrollado desde temprano importantes contactos con la clase intelectual sevillana, que se mostró deseosa de comisionarle retratos. Durante la década de 1650, Murillo cambió a menudo de domicilio, posiblemente en busca de espacio para su familia cada vez más numerosa.


Se encontraba entonces en el apogeo de su carrera y recibía de continuo importantes comisiones para altares y retratos. En enero de 1660, Murillo, Francisco de Herrera el Joven y varios otros artistas prominentes fundaron la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, con Murillo como presidente. En 1663, Murillo se mudó a la parroquia de San Bartolomé. Su esposa murió en diciembre de ese año. La década siguiente a esta muerte fue la más prolífica del artista. Cuando trabajaba en un altar para la iglesia de Santa Catalina, en Cádiz, Murillo sufrió una caída de un andamio. Falleció pocos meses más tarde.

Obras 

Niños comiendo melón y uvas

Murillo se convertirá en uno de los principales pintores infantiles del Barroco, tanto a la hora de representar figuras divinas como el Niño Jesús o San Juanito o personajes absolutamente reales como estos niños que aquí observamos. Se trata de una obra juvenil, fechada entre 1645-50 y en ella apreciamos la influencia naturalista en la pintura de Murillo. Las dos figuras aparecen ante un
edificio en ruinas, interesándose el artista por presentarlos como auténticos pícaros, destacando sus ropas raídas y sus gestos de glotonería. Los detalles están captados a la perfección -especialmente las frutas- creando Murillo una apreciable sensación de realidad. La pincelada comienza a adquirir una mayor soltura y los efectos de vaporosidad y transparencia empiezan a surgir gracias a su contacto con Herrera y la pintura veneciana. 

Anciana espulgando a un niño
Las escenas costumbristas serán una de las especialidades de Murillo, existiendo una amplia demanda de estos temas, especialmente entre los comerciantes y
banqueros flamencos que habitaban en Sevilla. En la1 década de 1660 pintaría esta Anciana espulgando a un niño, también llamada Abuela espulgando a su nieto. La composición se desarrolla en un interior, recortándose las figuras sobre un fondo neutro al estar iluminadas por un potente foco de luz que entra por la ventana. El pequeño tumbado sobre el suelo come pan y acaricia al perrillo mientras que la mujer procede a quitarle las pulgas o los piojos de la cabeza. La anciana concentra toda la atención en su tarea y ha abandonado sus útiles de hilado que aparecen sobre la banqueta de la derecha. Al fondo podemos contemplar una mesa con una jarra y un cántaro, lo que nos indica que se trata de una familia con escasos recursos económicos pero que sobrevive humildemente. Este detalle también se puede apreciar en sus vestidos ya que no observamos jirones como en otras escenas -véase los Niños jugando a los dados-. El naturalismo con el que trata Murillo la escena se aleja del empleado por Zurbarán años atrás, lo que indica la evolución de su pintura hacia un estilo muy personal, caracterizado por las atmósferas.

La Sagrada Familia del pajarito

Una de las obras realizadas por Murillo, en el estilo naturalista que habían puesto de moda Zurbarán o Velázquez en Sevilla, es la Sagrada Familia del Pajarito, que recibe ese nombre por el pajarillo que el Niño Jesús muestra al perro. La total ausencia de elementos divinos o celestiales hace que nos situemos ante una escena familiar, como si el pintor abriera las puertas de su propio hogar para mostrarnos el juego del pequeño acompañado por su padre, mientras la madre ha parado en sus labores de hilado para comer una manzana. Son figuras elegantes pero no dejan de poseer cierto realismo; el protagonista es el Niño Jesús, iluminado por un potente foco de luz procedente de la izquierda
que provoca contrastes, dejando el fondo en total penumbra sobre el que se recortan las figuras, aunque junto a San José se vislumbra el banco de carpintero. No obstante, la iluminación es matizada y supera el estricto tenebrismo.

El excelente dibujo del que siempre hará gala Murillo se aprecia claramente en sus primeras obras, donde los detalles son también protagonistas: el cesto de labor de la Virgen, los pliegues de los paños, los miembros de las figuras, el gesto del perrito. En relación con el dibujo, hay que advertir que Murillo fundaría una Academia de Pintura junto a Francisco de Herrera "el Mozo" en 1660. El colorido empleado es el que caracteriza esa primera etapa del artista siguiendo el estilo de los naturalistas. Colocar a San José como protagonista de la escena junto al Niño Jesús viene motivado por las discusiones teológicas sobre la función del santo en la vida de Cristo. Si, en un principio, se pensó que no había tenido nada que ver en la educación de Jesús (de hecho, en el tríptico de la Adoración de los Magos de El Bosco aparece en la tabla lateral) a medida que pasa el tiempo se considera que la labor de San José es cada vez más importante y, por ello, aquí le vemos como el padre ideal, con un rostro inteligente y paciente, que incluso relega a la figura de María a un segundo plano. Pueden apreciarse ciertos ecos de la pintura de Rafael en esta Sagrada Familia.
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viernes, 2 de junio de 2017

Diego Velázquez

Biografía 

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor barroco español, nació en Sevilla en 1599. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de Francisco Pacheco donde permanecerá hasta 1617, cuando ya es pintor independiente. Al año siguiente, con 19 años, se casa con Juana Pacheco, hija de su maestro, hecho habitual en aquella época, con quien tendrá dos hijas. Entre 1617 y 1623 se desarrolla la etapa sevillana, caracterizada por el estilo tenebrista, influenciado por Caravaggio, destacando como obras El Aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. Durante estos primeros años obtiene bastante éxito con su pintura, lo que le permite adquirir dos casas destinadas a alquiler. En 1623 se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del Rey Felipe IV, gran amante de la pintura. A partir de ese momento, empieza su ascenso en la Corte española, realizando interesantes retratos del rey y su famoso cuadro Los Borrachos. Tras ponerse en contacto con Peter Paul Rubens, durante la estancia de éste en Madrid, en 1629 viaja a Italia, donde realizará su segundo aprendizaje al estudiar las obras de Tiziano, Tintoretto, Miguel Ángel, Rafael y Leonardo.

martes, 30 de mayo de 2017

Francisco de Zurbarán

Biografía

Francisco de Zurbarán nace en el año de 1598 en el pueblo pacense de Fuente de Cantos, hijo de un mercero que le enviará antes de cumplir veinte años a Sevilla, a estudiar con el pintor Pedro Díaz de Villanueva. Una vez completado su aprendizaje, que no durará mucho, Zurbarán regresará a su Extremadura natal, a la localidad de Llerena, donde contraerá matrimonio por dos veces y se establecerá, hasta la fecha de 1626 en que es reclamado a Sevilla para llevar a cabo la ejecución de un importante encargo.

La orden de los Dominicos deseaba una serie de cuadros acerca de la vida monástica para su convento de San Pablo, convirtiéndose la buena realización de los mismos en el detonante para la consecución de otro encargo más, proveniente en este caso del convento de la Merced en 1628, transmitiendo el Ayuntamiento de Sevilla al pintor, un año más tarde, su deseo de que se instalara de forma definitiva en la ciudad, siendo aceptada la propuesta por éste.

Lo cierto es que Zurbarán gozó de fama en su época, algo que propició que nunca le faltaran los encargos, en mayor o menor medida, los cuales se sucedieron a lo largo de los años en forma de peticiones de grandes series pictóricas por parte de diversas órdenes religiosas (Jerónimos, Cartujos…), aunque también llegará a enfrentarse al tema mitológico durante la breve estancia que pase en Madrid participando en la decoración del Palacio del Buen Retiro, no saliendo demasiado airoso de esta prueba, y al género del bodegón, del que se revelará maestro.

Hacia la mitad de su vida la desgracia le alcanzó en la forma de la defunción de su segunda esposa (tras lo que se volvió a casar), una disminución de trabajo y el sufrimiento de la peste de 1649, que se llevará a uno de sus hijos, Juan el pintor.

Además, con el paso de los años Francisco habrá de ser testigo de cómo el nuevo estilo de un cada vez más apreciado Murillo se va imponiendo poco a poco, en detrimento de su propia elección. Finalmente decidirá partir de nuevo a Madrid a la vera de su amigo Velázquez, instalándose de forma definitiva hasta su muerte en esta ciudad, casi una década después y rodeado de estrecheces económicas, en el año de 1664.

Obras

Aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco

Colección privada. Cortesía Galería Coatalem, París.

Esta obra, perteneciente a una serie para el convento de la Merced Calzada de Sevilla, es una de las más novedosas y bellas realizadas con motivo de la canonización de su fundador. El pintor destaca en la realización de este tipo de imágenes de jóvenes arrebatados en éxtasis. Como era habitual, Zurbarán se basó en la fuente
literaria que le fue propuesta para crear una escena de la que no había precedente iconográfico alguno. El joven santo viste un amplio manto marrón con pesados pliegues y utiliza como modelo al mismo personaje de la Aparición del apóstol san Pedro a san Pedro Nolasco del Museo del Prado, pero con aspecto más juvenil. Posiblemente, se trata de Sebastián de Zurbarán, sobrino del pintor, que ingresó siendo aún adolescente en el convento de la Merced de Sevilla, donde profesó a los 17 años, en 1630.

San Serapio, 1628

Colgado por las munecas y expirante, el San Serapio de Zurbarán no aparece con las tremendas llagas de su espantoso martirio. Al pintor nunca le gustó insistir en la representación horrenda de cualquier muerte violenta con sus detalles sangrientos, por lo que prefirió esconder el cuerpo del santo martirizado bajo el bellísimo hábito
blanco de la Merced. Como un Cristo crucificado, la cabeza del ajusticiado cae sobre su hombro derecho con una logradísima expresión de abandono, de aceptación y de serenidad. Zurbarán consigue aquí reflejar con una rigurosa precisión anatómica y un increíble verismo al fraile mercedario a punto de morir, con sus ojos cerrados y su boca entreabierta. Llama poderosamente la atención la intensa expresión del humilde mártir que ha cumplido por fin su misión terrenal.

Bodegón con cacharros, c. 1650-1655

En el siglo XVII la pintura de bodegones experimenta un importante auge en Espana. Considerado un género menor frente a la pintura religiosa, llama la atención de numerosos artistas, que se expresan de manera más libre en estas obras para clientes privados. Zurbarán no fue una excepción y, a pesar de que la mayoría de su obra es de temática religiosa, nos ha dejado algunos bodegones como este cuadro, del que existen dos ejemplares, este que se expone aquí y otro unos centímetros mayor (48 x 84 cm) propiedad del Museo del Prado. Lo que más llama la atención de este bodegón es la sobriedad y austeridad de la composición y de los elementos elegidos. Resulta extremadamente original que Zurbarán no haya pintado frutas, flores o algún tipo de vianda.


San Hugo en el refectorio de los Cartujos

Cuando Zurbarán llegó a Sevillla en 1629, el gremio de pintores, encabezado por Alonso Cano, le exigió pasar el examen necesario para poder ejercer. Sin embargo, la protección del cabildo sevillano le eximió de realizarlo. Su estilo, relacionado con el Naturalismo tenebrista y un tratamiento del tema acorde con los postulados contrarreformistas, que pedían escenas fácilmente comprensibles para los fieles, le garantizaron el éxito en la ciudad. San Hugo en el refectorio pertenecía a una serie monástica, un encargo propio del Barroco sevillano. La escena refleja un milagro acontecido a San Bruno, fundador de los cartujos, y a los seis primeros monjes de la Orden, quienes comían gracias a la generosidad de San Hugo, obispo de Grenoble. Un domingo les envió carne, alimento al que no estaban acostumbrados, lo que provocó una discusión sobre la conveniencia de practicar la abstinencia. Mientras discutían quedaron sumidos en un profundo sueño que duró toda la Cuaresma. El miércoles Santo, San Hugo, que había estado ausente, fue a verlos y los sorprendió despertándose, comprobando que no tenían noción del tiempo transcurrido. Entonces miró a los platos y vio que la carne se convertía en ceniza, interpretándolo como aprobación divina de la abstinencia. Zurbarán realiza un muestrario de sus famosos hábitos blancos, color en el cual se dice que llega a manejar hasta 100 tonos diferentes. Aparecen en la imagen las famosas cerámicas blancas y azules de Talavera, con los escudos del obispo y la Orden.

Aparición de San Pedro Apóstol a San Pedro Nolasco

Zurbarán es el pintor que mejor sabe interpretar el Naturalismo en España, sin olvidar la etapa sevillana de Velázquez. El estilo naturalista se impondrá en Sevilla en los primeros 50 años del Barroco, de ahí el increíble éxito alcanzado por Zurbarán en la capital andaluza, llegando a ser invitado a instalarse en la ciudad por el cabildo municipal, lo que levantó los recelos de Alonso Cano al no haber superado Zurbarán el examen exigido para ser pintor independiente. El gesto de Cano no deja de ser una muestra de envidia ante el pintor que ha triunfado. Esta Aparición formaba parte de una serie de 32 cuadros sobre la vida de San Pedro Nolasco, encargada a Zurbarán por los frailes del convento de la Merced Calzada de Sevilla. Por toda la serie cobraría 1.500 ducados, importante cantidad que debería repartir con sus ayudantes. San Pedro Nolasco fue el fundador de la Orden de la Merced, lo que hizo a partir de una aparición de la Virgen María. Otra de las múltiples visiones que tuvo el santo fue la de San Pedro Apóstol crucificado, como vemos aquí. El maestro recoge a ambos santos enfrentados: el Apóstol cabeza abajo mientras que Nolasco está enfundado en su hábito blanco de la Orden mercedaria. Precisamente, el pintor se caracteriza por la perfección con que realiza los hábitos de los monjes, especialmente los pliegues. La luz anaranjada que envuelve al crucificado incide en la idea de visión sobrenatural, inundando la estancia oscura en la que se desarrolla la escena. El realismo de ambas figuras y el contraste de luces y sombras son muestra de la influencia del Naturalismo tenebrista que trabaja Zurbarán. Al colocar a ambos santos muy cerca del espectador produce una sensación de cercanía hacia la aparición, intentando introducirle en la escena.

Vídeos 



Enlaces 

 Presentación: https://es.slideshare.net/dianagobitz/francisco-de-zurbaran-40371054, https://es.slideshare.net/NoeliaRuiz13/francisco-de-zurbaran-15115701

http://www.elcultural.com/noticias/arte/Las-diez-obras-estrella-de-Zurbaran/7867

http://www.arteespana.com/zurbaran.htm

http://www.artehistoria.com/v2/obras/1489.htm

jueves, 25 de mayo de 2017

Pedro de Mena

Biografía

Escultor español, nacido en Granada en 1628 y muerto en Málaga en 1688. Se forma junto a su padre, el escultor Alonso de Mena, que muere en 1646 y le deja al frente del taller de escultura más importante del área granadina durante la primera mitad del siglo XVII. En 1652 Alonso Cano regresa a Granada, y Mena se convierte en discípulo y seguidor entusiasta del maestro; bajo sus ordenes realiza obras como San Antonio y San Diego, para la Alhambra.

En 1658 se traslada a Málaga, su fama se había consolidado y recibe el encargo de concluir la sillería del coro de la catedral. Ejecutó más de cuarenta tableros con relieves de santos, así como los remates de los asientos. Esta obra es la más importante que realiza, en ella se mantiene dentro del realismo aprendido de Alonso Cano, que huye del dramatismo y del patetismo, y muestra por contra una cierta contemplación y ensimismamiento de las figuras.

En 1662 es reclamado para ir a trabajar a la corte, y es nombrado, poco después, escultor de la catedral de Toledo, donde realizó obras tan famosas como San Francisco de Asís o la celebre María Magdalena Penitente. Hacia 1664 regresa a Málaga, donde se establece definitivamente y abre un taller. Su fama fue cada vez más sonada y recibió encargos de toda Andalucía y Castilla e incluso de América. Pero sus obras irán acusado cada vez más la obra de taller, trasformando el espiritualismo del maestro en un creciente amaneramiento, y realizando una producción seriada donde los temas más frecuentes son: Dolorosa, San Antonio de Padua, Inmaculadas, San Franciscos, Ecce Homo, etc.

Su estilo se define como realista y minucioso, pero a la vez sobrio y severo; huye del dramatismo y quiere expresar la espiritualidad de los personajes, que aparecen concentrados y en muchos casos ensimismados.

Obras

Cristo de la Buena Muerte

Es una de sus obras más famosas situada en Málaga (Titular de la Congregación de Mena) protector de la Legión Española. Obra que tenía los brazos muy cortos cosa que Mena hizo a propósito para que luciera más en la iglesia y convento de Santo Domingo. Esta gran obra fue descuartizada en las turbas que arrasaron los conventos
de Málaga la noche del 13 de Mayo de 1931. El tronco deformado fue rescatado y guardado en Santo Domingo pero esa noche la turba se apoderó de nuevo de Santo Domingo y la Virgen de Belén otra obra suya fue aplastada y del Cristo de la Buena Muerte nada más se supo. Pero todavía se cree que un trozo grande del tronco quedó escondido en algún lugar de Málaga. De él queda la pierna izquierda que tiene guardada la Congregación y fue rescatada por Paco Palma García. Más tarde se hizo otro Cristo de la Buena Muerte obra de Francisco Palma Burgos que todavía se sigue llamando "El Cristo de Mena" y procesiona por Málaga en la noche del Jueves Santo.

Magdalena Penitente (Situada en el Museo del Prado)

Concebida con un intenso realismo, destaca en ella el bello rostro consumido por un fervoroso sentimiento de místico amor, magníficamente reflejado en la emotiva mirada dirigida al crucifijo que sostiene con una de sus manos, aislando a la santa del entorno y desligándola del mundo terrenal. Destaca el virtuosismo de la talla, con el
que consigue magníficos efectos realistas en el tratamiento de las calidades.

María Magdalena contempla un crucifijo que sostiene con la mano izquierda, mientras dirige su mano derecha hacia el pecho, indicando su amor y devoción hacia Jesucristo. Su expresivo y afilado rostro, la mirada triste y la boca entreabierta quedan enmarcados por la larga cabellera que le cae sobre la espalda, los hombros y el busto. El movimiento iniciado por su pie izquierdo queda suavizado por un áspero y rígido hábito de palma, que oculta la anatomía de la santa.

La obra de Pedro de Mena es uno de los mejores ejemplos del lenguaje realista cargado de emoción y religiosidad de la escultura barroca española. El éxito de las representaciones de la Magdalena durante el siglo XVII fue enorme, como personificación del concepto de arrepentimiento cristiano. Pese a ser una iconografía poco utilizada en la escuela andaluza, tuvo gran aceptación en Castilla, conociéndose varios ejemplos similares.

Fue realizada para la casa profesa de los jesuitas de Madrid, durante un viaje que Pedro de Mena realizó de Granada a la corte a mediados de los años sesenta.

La escultura, ya elogiada por Palomino en 1715 por "su perfección y expresión de afecto" y objeto de poemas laudatorios, ha tenido una azarosa historia: expulsados en 1767 los jesuitas, la Casa Profesa pasó a ser oratorio de los filipenses con la
advocación de San Felipe Neri hasta la desamortización de 1835; entonces fue trasladada al convento de las Salesas Reales de la Visitación de donde salió tras los sucesos revolucionarios de 1868 con destino al Museo de la Trinidad, cuyas colecciones fueron, en 1872, incorporadas a las del Museo Nacional del Prado; por entonces fue nuevamente depositada en las Salesas hasta 1921, fecha que retornó al Museo del Prado, institución a la que pertenece y que mantiene en depósito en este museo desde 1933.

Ecce Homo

El Ecce Homo es la representación del momento en que después de ser azotado Jesús, con corona de espinas, manto y soga al cuello, es mostrado por Poncio Pilato al pueblo según el evangelio de Juan (19, 5) y dice: Ecce Homo, («este es el hombre»), que es lo que dará nombre a esta iconografía. Aunque hay realizaciones anteriores tanto en pintura como en escultura, es durante el Barroco cuando se encuentran más muestras ejecutadas por artistas en la pintura (Tiziano) como en la escultura (Alonso Berruguete, Juan de Juni, Diego de Siloé y sobre todo, Gregorio Fernández).23 No obstante, Mena optó por la realización bustos de Ecce Homo. Estas esculturas responden a la necesidad de devociones familiares o conventuales; todas son de dimensiones relativamente pequeñas. Además del Ecce Homo que custodia el Museo catedralicio de Valladolid, hay otros dos en el Museo Nacional Colegio de San
Gregorio: el que se expone habitualmente, y otro más, adquirido en 2008.

El Cristo puede representarse de medio cuerpo con una altura de unos 95 cm y se corta la imagen por debajo de las caderas, con las manos cruzadas y con los atributos de corona de espinas, soga y caña, como los ejemplares de Budia en Guadalajara y el de las Descalzas Reales en Madrid. Otro modelo tiene el busto hasta los pectorales, con los brazos y las manos atadas y los atributos pertinentes, como el de las Madres Mercedarias de Madrid. Por último, el tipo más numeroso es el del busto corto representado hasta el arranque de los brazos, con la soga colgada del cuello y la corona de espinas, logrando el impacto principal con la policromía del rostro. Entre ellos están el del convento de la Concepción de Zamora y el de la casa Profesa de Ciudad de México.



 Inmaculada Concepción.

Realizada en madera policromada.
Es la Virgen triunfante, en pleno despegue de la niñez hacia la adolescencia. Responde por tanto  a la idea de Interiam de Ayala, donde expone que se ha de pintar a la Virgen 'De diez a doce años de edad, con túnica blanca y resplandeciente... y la luna a sus pies'.
La figura está inscrita en un óvalo cuyas manos juntas en el centro, marcan la verticalidad. La túnica blanca de marcados pliegues y el manto azul exuberante, de bellísimas láminas, conforman el
volumen táctil de un extraordinario juego de luces y sombras.
La cabeza es de fino modelado, rasgos pequeños, formas rasgadas y deliciosa tersura. La peana acentúa aún más la belleza ingravidez de la imagen.
El tipo de Inmaculada creada por Alonso Cano, delicadeza y solemnidad, será llevada por Mena hacia un moderado naturalismo.
Pedro de Mena acostumbra en las peanas de las Inmaculadas, a poner una luna sobre la que se alza la escultura. Al mismo tiempo tiende a acumular ángeles, que no son sino tiernas figuras infantiles, fruto de ese amor por la infancia. En este caso es la cabeza de un tierno serafín.
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Enlaces

Presentación: https://prezi.com/1mnpjhximkao/pedro-de-mena/

Más información: https://www.wikanda.es/wiki/Pedro_de_Mena

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=mena-pedro-de

http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=6290

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/mena-pedro-de/60316f71-7158-4cfa-bf40-30c3b6ac7aa5

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/magdalena-penitente-pedro-de-mena/66f5215b-d51b-40b0-9e86-cb3df871c28b


martes, 23 de mayo de 2017

Catedral de Cádiz

"La Catedral de mi Cádiz que es tan bonita, 
que es tan bonita, 
con sus borlones de plata y sus campanitas,
 y sus campanitas..." 
(Tanguillo)

Localización 

La Catedral está situada en el centro histórico de Cádiz, casi al borde del mar, y es visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Es un lugar único que tiene una gran conexión con el mediterráneo. Lleno de arte e historia, es un lugar de oración, donde se reúne el pueblo de Dios presidido por el Obispo.  La Catedral es signo visible de los
avatares de la historia de nuestra Iglesia diocesana, y de la historia de Cádiz. Aunque construida en piedra, no ha sido testigo mudo de los acontecimientos históricos sino testigo clarificado de los mismos.

jueves, 18 de mayo de 2017

Barroco en Andalucía

El origen del Barroco lo encontramos en Italia centrándose sobretodo en Roma y surgiendo poco a poco estilos paralelos en otros países católicos.

Se va a desarrollar entre los siglos XVII y XVIII y será una expresión propagandista del absolutismo monárquico y de la Contrarreforma de la iglesia. Se usa el arte barroco como manifestación de grandeza y entre sus
características principales vemos:

1. Integración total de las artes plásticas.

2. Arquitectura monumental como marco de una excesiva y teatral decoración pictórica y escultórica.

3. Es un estilo de la grandilocuencia y la exageración.

Arquitectura y Escultura

El Barroco que en primeros momentos conserva un sentido clasicista en Andalucía, va a tomar formas propias en esta región conforme avanza el siglo XVII.

En Granada Alonso Cano que cultivó las tres artes fue quien creó primero una escuela importante, la granadina cuya influencia se extiende por las regiones próximas, siendo ello decisivo en el desarrollo del Barroco arquitectónico andaluz .

La segunda etapa comienza en Sevilla con las obras de Leonardo de Figueroa cuya personalidad artística culmina con la creación del palacio y el colegio de San Telmo en Sevilla. Antonio Matías de Figueroa realiza la Iglesia de la Palma del condado también en Sevilla. Con ellos los edificios sevillanos se revisten de yeso, piedra blanca y ladrillo brillante. Estos artistas influyen de un modo decisivo en la arquitectura de la baja Andalucía.

En 1729 Vicente Acero inicia en Cádiz la última gran catedral española. En Córdoba y Granada, Urtado Izquierdo y sus discípulos realizaran importantes construcciones entre las que destaca el Sagrario de la Cartuja granadina y la Sacristía.

El maestro que abre la etapa cumbre de la escultura sevillana es Martínez Montañes  cuyo arte clasicista y reposado influye en discípulos como Juan de
Mesa.

Sin embargo, con quién se llega al paroxismo del movimiento y de lo gesticulante es con Pedro Roldán. En Granada, Alonso Cano será el iniciador de una escultura escultórica en la que destacarán Pedro de Mena y José de Mora.

A comienzos del siglo XVII en Sevilla dominaba aún una pintura tradicional con influencias flamencas. Su mejor reprentante será Francisco Pacheco, autor de un tratado titulado "El arte de la pintura". Al clérigo Juan de Roelas se atribuye a ver introducido el colorismo a lo veneciano en Sevilla y se considera el verdadero padre del Barroco en la baja Andalucía. Un ejemplo es "El Martirio de San Andrés". Esta primera generación de pintores del Barroco se cierra con Francisco Herrera el Viejo maestro de su hijo, Herrera el Mozo.

En este ambiente sevillano, ciudad en pleno auge económico por el comercio con América, se formaron Zurbarán, Alonso Cano y Velázquez.

Fancisco de Zurbarán es el máximo oponente de la pintura religiosa siendo conocido como el pintor "de frailes". No obstante son famosos también sus bodegones. Su estilo es sobretodo tenebrista, de composición sencilla y velando siempre por lograr una representación real de los objetos y de las personas. Entre sus obras destaca "San Hugo en el refectorio de los cartujos".

Por otro lado su coetáneo Alonso Cano es considerado fundador  de la escuela barroca granadina. Inicialmente tenebrista cambió el estilo al conocer la pintura veneciana en las colecciones reales cuando fue nombrado pintor de cámara por el Conde Duque de Olivares. Entre sus obras maestras se cuentan los lienzos sobre "La Vida de la Virgen" en la Catedral de Granada.

Diego Velázquez fue uno de los grandes genios de la pintura universal. Nacido en Sevilla en 1599 y muerto en Madrid en 1660, se le considera pleno dominador de la luz y la oscuridad. Es el máximo retratista dedicando sus esfuerzos no solo a los Reyes y a su familia sino también a fuguras menores como los bufones de la corte, a quienes reviste de gran dignidad y seriedad.

En su primera etapa pintó escenas de género llamadas bodegones a los que poco irá sumando personajes y objetos como jarras, cubiertos.... son de gran realismo, en un ambiente tenebrista y con una paleta de colores muy reducida, ejemplos son el Aguador de Sevilla y la Vieja Friendo Huevos.

Velázquez no se centró solo en pintura religiosa o en retratos cortesanos, sino que también trató temas históricos ( La rendición de Vreda - Las Lanzas) o los mitológicos (El Triunfo de Bacon - Los Borrachos, La Fragua de Vulcano, y Las Hilanderas) también incluye uno de los escasos desnudos de la pintura española (La Venus del Espejo).

Velázquez supo tratar con enorme maestría a la atmósfera, la luz, y el espacio consiguiendo un efecto de profundidad totalmente realista como en Las Meninas.

Una tercera época dentro de la escuela Andaluza está representada por Murillo y Valder Leal. A Esteban Murillo se le recordó sobre todo por su Inmaculada y sus representaciones sentimentales del niño Jesús, pero también fue muy popular como pintor de escenas de género con pícaros que viven su pobreza con dignidad por ejemplo (Niños comiendo fruta o Mirando por la Ventana). A su primera época pertenecen también obras religiosas como el Buen Pastor, La Sagrada Familia dle Pajarito y las del Convento de San Francisco en Sevilla.

Su obra evolucionará mostrándose cada vez menos tenebrista.

Valdés Leal  es conocido sobre todo por las dos obras del hospital de la Caridad de Sevilla, grandes composiciones en las que se representa el triunfo de la muerte (representada por esqaueletos y calaveras) sobre las vanidades del mundo (simbolizadas por armadura o libros). Su estilo es dinámico y violento, descarnado y primando el color sobre el dibujo.

Catedral de Granada

Localización




La Catedral  está situada en la calle Calle Gran Vía de Colón, 5, 18001 Granada en
Granada.

Historia 

Su construcción se proyecta en el año 1505 sobre la antigua Mezquita Mayor de la Granada, por decisión de la reina Isabel La Católica, y se inicia en 1523 cuando el
obispo fray Fernando de Rojas coloca en la primera piedra del templo, según las trazas dadas por Enrique Egas, con planta similar a la de Toledo, siendo nombrado Egas poco después Maestro Mayor de las obras de la catedral.

Por entonces y desde 1525 Diego de Siloé dirigía las obras del Monasterio de San Jerónimo de esta misma ciudad, y el Cabildo entonces le encomienda unos diseños para la catedral, acomodados a la distribución de los cimientos y de la obra ya comenzada por Egas. Es posible que el Cabildo quisiera mayor dedicación y asistencia a las obras que la prestada por éste para el templo mayor de la ciudad, aunque puede que la razón final fuera el deseo de cambiar su aspecto medieval y goticista por otro nuevo de corte clásico y renacentista.

martes, 9 de mayo de 2017

El Palacio de Carlos V (Alhambra)

  Origen

El origen del Palacio de Carlos V se debió a la necesidad de un lugar que reuniese todas las comodidades de la época para el emperador y su familia, ya que el Alcázar, que era su residencia de verano, no cubría sus necesidades.

 Historia y diseño

Carlos V, Rey de España y Emperador electo de Alemania, decide edificar su Palacio Real en la Alhambra, después de la visita que realiza a Granada tras su boda en Sevilla con Isabel de Portugal en 1526. Su implantación, a pesar de su diseño y calidad formal, cambió la imagen del recinto alterando su tejido interior y la conexión con la ciudad. El proyecto original contemplaba una gran plaza porticada al oeste y otra más pequeña al sur modificando de forma importante los accesos.

Palacio de las Cadenas

  Localización
El palacio de Vázquez de Molina o de las Cadenas es un palacio civil del Renacimiento español, el palacio más sobresaliente de la ciudad de Úbeda, provincia de Jaén, y uno de los más fastuosos de España. Declarado Monumento Nacional, situado en la Plaza Vázquez de Molina, es la sede del Ayuntamiento desde 1850.
 Historia y estilo

Este palacio, conocido popularmente como de las Cadenas, cuyo promotor fue Juan Vázquez de Molina, sobrino de Francisco de los Cobos y, al igual que él, secretario de estado de Carlos V y secretario de cámara de Felipe II, y que no llegó ni siquiera a habitar, es en el mismo siglo XVI remodelado, y adaptado para monasterio de madres dominicas. De su fastuosidad ambiental originaria aún mantiene piezas como las pinturas murales de lo que fue Sala Capitular del convento de 1595 y en el tercer cuerpo un magnífico artesonado en artesa siguiendo usos y gustos mudéjares.

jueves, 4 de mayo de 2017

Renacimiento en Andalucía

Durante el s. XVI Andaucía será impactada de lleno por un acontecimiento de enorme transcendencia: El descubrimiento y posterior colonización de América.
Sevilla se convierte en el puerto y la puerta de las Indias y la ciudad, a la que se designa como sede de la Casa de la Contratación, pasa a ser una de las más importantes de España y de toda Europa.

El influjo americano también llega a Cádiz, Córdoba y demás provincias andaluzas, acudiendo a nuestra tierra gran número de inmigrantes así como banqueros y comerciantes genoveses o florentinos. Entre los llegados se instalan en Sevilla numerosos artistas que esperan trabajar para sus clientes americanos y a los que les envían imágenes, libros, cuadros, retablos, etc.

El estilo artístico propio del siglo XVI es el Renacimiento proveniente de Italia, que aboga por una vuelta a la tradición clásica greco-romana y en os aspectos ideológicos pone al hombre en e centro del mundo (antropocentrismo y humanismo) dando importancia a la fama y al honor. Hay una nueva alegría de
vivir y disfrutar de lo terrenal y eso se nota en que la arquitectura, esculltura y pintura ya no es exclusivamente religiosa (como ocurrió en la Edad Media) sino que abunda la arquitectura civil (palacios, ayuntamientos, universidades, etc) escultura profana y pintura, (retratos, escenas de guerra, etc)

En lo referente al Patrimonio monumental de Andalucía se nota también el influjo islámico mezclandose de nuevo los elementos mudejares con los renacentistas, como sucede en los palacios sevillanos de la Casa de Pilatos, el Palacio de Dueñas o la casa de los Pinelo. Otros palacios muy importantes son el de Carlos V en la Alhambra y los repartidos por Úbeda, Baeza, Córdoba y Granada.
Ayuntamientos renacentistas de mérito son los de Sevilla, Jaen, Baeza, o Martos y audiencias de la época como las de Sevilla o Granada.

A destacar también en la arquitectura civil los hospitales, como el de las 5 llagas de Sevilla, o el hospital Real de Granada. La universidad de Osuna y la casa de los Jesuitas en Sevilla completan esta relación de edificios civiles renacentistas.

En la arquitectura religiosa destaca el remate de la Giralda (giraldillo), las Catedrales de Málaga y Granada, la colegiata de Osuna y la Iglesia del Monasterio de San Jéronimo (Granada). Sacristias renacentistas son las de la Catedral de Sevilla y Jaén, la salaCapitular de Andalucía así como la Capilla Real de la Virgen de los Reyes que alberga los restos mortales de San Fernando.

martes, 2 de mayo de 2017

Catedral de Sevilla

“El encanto íntimo de Sevilla está en lo que nos comunica su pasado.
Su alma habla en la soledad silenciosa;
así el alma triste de toda la vieja España”

                                                    Rubén Darío, el de la princesa triste de la boca de fresa.


Localización

La Catedral de Sevilla está localizada en el corazón de la mítica ciudad de Sevilla, concretamente en la Avenida de la Constitución, s/n, 41004. 

Historia y estructura


En Junio de 1171 entraba en Sevilla el califa almohade Abü Ya'qüb Yüsuf, y en abril del año siguiente dispuso lo necesario para trazar las líneas del emplazamiento de la nueva mezquita que, además de poder acoger a los numerosos fieles, manifestara el poder espiritual almohade y el dominio magrebí en al-Andalus.