martes, 30 de mayo de 2017

Francisco de Zurbarán

Biografía

Francisco de Zurbarán nace en el año de 1598 en el pueblo pacense de Fuente de Cantos, hijo de un mercero que le enviará antes de cumplir veinte años a Sevilla, a estudiar con el pintor Pedro Díaz de Villanueva. Una vez completado su aprendizaje, que no durará mucho, Zurbarán regresará a su Extremadura natal, a la localidad de Llerena, donde contraerá matrimonio por dos veces y se establecerá, hasta la fecha de 1626 en que es reclamado a Sevilla para llevar a cabo la ejecución de un importante encargo.

La orden de los Dominicos deseaba una serie de cuadros acerca de la vida monástica para su convento de San Pablo, convirtiéndose la buena realización de los mismos en el detonante para la consecución de otro encargo más, proveniente en este caso del convento de la Merced en 1628, transmitiendo el Ayuntamiento de Sevilla al pintor, un año más tarde, su deseo de que se instalara de forma definitiva en la ciudad, siendo aceptada la propuesta por éste.

Lo cierto es que Zurbarán gozó de fama en su época, algo que propició que nunca le faltaran los encargos, en mayor o menor medida, los cuales se sucedieron a lo largo de los años en forma de peticiones de grandes series pictóricas por parte de diversas órdenes religiosas (Jerónimos, Cartujos…), aunque también llegará a enfrentarse al tema mitológico durante la breve estancia que pase en Madrid participando en la decoración del Palacio del Buen Retiro, no saliendo demasiado airoso de esta prueba, y al género del bodegón, del que se revelará maestro.

Hacia la mitad de su vida la desgracia le alcanzó en la forma de la defunción de su segunda esposa (tras lo que se volvió a casar), una disminución de trabajo y el sufrimiento de la peste de 1649, que se llevará a uno de sus hijos, Juan el pintor.

Además, con el paso de los años Francisco habrá de ser testigo de cómo el nuevo estilo de un cada vez más apreciado Murillo se va imponiendo poco a poco, en detrimento de su propia elección. Finalmente decidirá partir de nuevo a Madrid a la vera de su amigo Velázquez, instalándose de forma definitiva hasta su muerte en esta ciudad, casi una década después y rodeado de estrecheces económicas, en el año de 1664.

Obras

Aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco

Colección privada. Cortesía Galería Coatalem, París.

Esta obra, perteneciente a una serie para el convento de la Merced Calzada de Sevilla, es una de las más novedosas y bellas realizadas con motivo de la canonización de su fundador. El pintor destaca en la realización de este tipo de imágenes de jóvenes arrebatados en éxtasis. Como era habitual, Zurbarán se basó en la fuente
literaria que le fue propuesta para crear una escena de la que no había precedente iconográfico alguno. El joven santo viste un amplio manto marrón con pesados pliegues y utiliza como modelo al mismo personaje de la Aparición del apóstol san Pedro a san Pedro Nolasco del Museo del Prado, pero con aspecto más juvenil. Posiblemente, se trata de Sebastián de Zurbarán, sobrino del pintor, que ingresó siendo aún adolescente en el convento de la Merced de Sevilla, donde profesó a los 17 años, en 1630.

San Serapio, 1628

Colgado por las munecas y expirante, el San Serapio de Zurbarán no aparece con las tremendas llagas de su espantoso martirio. Al pintor nunca le gustó insistir en la representación horrenda de cualquier muerte violenta con sus detalles sangrientos, por lo que prefirió esconder el cuerpo del santo martirizado bajo el bellísimo hábito
blanco de la Merced. Como un Cristo crucificado, la cabeza del ajusticiado cae sobre su hombro derecho con una logradísima expresión de abandono, de aceptación y de serenidad. Zurbarán consigue aquí reflejar con una rigurosa precisión anatómica y un increíble verismo al fraile mercedario a punto de morir, con sus ojos cerrados y su boca entreabierta. Llama poderosamente la atención la intensa expresión del humilde mártir que ha cumplido por fin su misión terrenal.

Bodegón con cacharros, c. 1650-1655

En el siglo XVII la pintura de bodegones experimenta un importante auge en Espana. Considerado un género menor frente a la pintura religiosa, llama la atención de numerosos artistas, que se expresan de manera más libre en estas obras para clientes privados. Zurbarán no fue una excepción y, a pesar de que la mayoría de su obra es de temática religiosa, nos ha dejado algunos bodegones como este cuadro, del que existen dos ejemplares, este que se expone aquí y otro unos centímetros mayor (48 x 84 cm) propiedad del Museo del Prado. Lo que más llama la atención de este bodegón es la sobriedad y austeridad de la composición y de los elementos elegidos. Resulta extremadamente original que Zurbarán no haya pintado frutas, flores o algún tipo de vianda.


San Hugo en el refectorio de los Cartujos

Cuando Zurbarán llegó a Sevillla en 1629, el gremio de pintores, encabezado por Alonso Cano, le exigió pasar el examen necesario para poder ejercer. Sin embargo, la protección del cabildo sevillano le eximió de realizarlo. Su estilo, relacionado con el Naturalismo tenebrista y un tratamiento del tema acorde con los postulados contrarreformistas, que pedían escenas fácilmente comprensibles para los fieles, le garantizaron el éxito en la ciudad. San Hugo en el refectorio pertenecía a una serie monástica, un encargo propio del Barroco sevillano. La escena refleja un milagro acontecido a San Bruno, fundador de los cartujos, y a los seis primeros monjes de la Orden, quienes comían gracias a la generosidad de San Hugo, obispo de Grenoble. Un domingo les envió carne, alimento al que no estaban acostumbrados, lo que provocó una discusión sobre la conveniencia de practicar la abstinencia. Mientras discutían quedaron sumidos en un profundo sueño que duró toda la Cuaresma. El miércoles Santo, San Hugo, que había estado ausente, fue a verlos y los sorprendió despertándose, comprobando que no tenían noción del tiempo transcurrido. Entonces miró a los platos y vio que la carne se convertía en ceniza, interpretándolo como aprobación divina de la abstinencia. Zurbarán realiza un muestrario de sus famosos hábitos blancos, color en el cual se dice que llega a manejar hasta 100 tonos diferentes. Aparecen en la imagen las famosas cerámicas blancas y azules de Talavera, con los escudos del obispo y la Orden.

Aparición de San Pedro Apóstol a San Pedro Nolasco

Zurbarán es el pintor que mejor sabe interpretar el Naturalismo en España, sin olvidar la etapa sevillana de Velázquez. El estilo naturalista se impondrá en Sevilla en los primeros 50 años del Barroco, de ahí el increíble éxito alcanzado por Zurbarán en la capital andaluza, llegando a ser invitado a instalarse en la ciudad por el cabildo municipal, lo que levantó los recelos de Alonso Cano al no haber superado Zurbarán el examen exigido para ser pintor independiente. El gesto de Cano no deja de ser una muestra de envidia ante el pintor que ha triunfado. Esta Aparición formaba parte de una serie de 32 cuadros sobre la vida de San Pedro Nolasco, encargada a Zurbarán por los frailes del convento de la Merced Calzada de Sevilla. Por toda la serie cobraría 1.500 ducados, importante cantidad que debería repartir con sus ayudantes. San Pedro Nolasco fue el fundador de la Orden de la Merced, lo que hizo a partir de una aparición de la Virgen María. Otra de las múltiples visiones que tuvo el santo fue la de San Pedro Apóstol crucificado, como vemos aquí. El maestro recoge a ambos santos enfrentados: el Apóstol cabeza abajo mientras que Nolasco está enfundado en su hábito blanco de la Orden mercedaria. Precisamente, el pintor se caracteriza por la perfección con que realiza los hábitos de los monjes, especialmente los pliegues. La luz anaranjada que envuelve al crucificado incide en la idea de visión sobrenatural, inundando la estancia oscura en la que se desarrolla la escena. El realismo de ambas figuras y el contraste de luces y sombras son muestra de la influencia del Naturalismo tenebrista que trabaja Zurbarán. Al colocar a ambos santos muy cerca del espectador produce una sensación de cercanía hacia la aparición, intentando introducirle en la escena.

Vídeos 



Enlaces 

 Presentación: https://es.slideshare.net/dianagobitz/francisco-de-zurbaran-40371054, https://es.slideshare.net/NoeliaRuiz13/francisco-de-zurbaran-15115701

http://www.elcultural.com/noticias/arte/Las-diez-obras-estrella-de-Zurbaran/7867

http://www.arteespana.com/zurbaran.htm

http://www.artehistoria.com/v2/obras/1489.htm

jueves, 25 de mayo de 2017

Pedro de Mena

Biografía

Escultor español, nacido en Granada en 1628 y muerto en Málaga en 1688. Se forma junto a su padre, el escultor Alonso de Mena, que muere en 1646 y le deja al frente del taller de escultura más importante del área granadina durante la primera mitad del siglo XVII. En 1652 Alonso Cano regresa a Granada, y Mena se convierte en discípulo y seguidor entusiasta del maestro; bajo sus ordenes realiza obras como San Antonio y San Diego, para la Alhambra.

En 1658 se traslada a Málaga, su fama se había consolidado y recibe el encargo de concluir la sillería del coro de la catedral. Ejecutó más de cuarenta tableros con relieves de santos, así como los remates de los asientos. Esta obra es la más importante que realiza, en ella se mantiene dentro del realismo aprendido de Alonso Cano, que huye del dramatismo y del patetismo, y muestra por contra una cierta contemplación y ensimismamiento de las figuras.

En 1662 es reclamado para ir a trabajar a la corte, y es nombrado, poco después, escultor de la catedral de Toledo, donde realizó obras tan famosas como San Francisco de Asís o la celebre María Magdalena Penitente. Hacia 1664 regresa a Málaga, donde se establece definitivamente y abre un taller. Su fama fue cada vez más sonada y recibió encargos de toda Andalucía y Castilla e incluso de América. Pero sus obras irán acusado cada vez más la obra de taller, trasformando el espiritualismo del maestro en un creciente amaneramiento, y realizando una producción seriada donde los temas más frecuentes son: Dolorosa, San Antonio de Padua, Inmaculadas, San Franciscos, Ecce Homo, etc.

Su estilo se define como realista y minucioso, pero a la vez sobrio y severo; huye del dramatismo y quiere expresar la espiritualidad de los personajes, que aparecen concentrados y en muchos casos ensimismados.

Obras

Cristo de la Buena Muerte

Es una de sus obras más famosas situada en Málaga (Titular de la Congregación de Mena) protector de la Legión Española. Obra que tenía los brazos muy cortos cosa que Mena hizo a propósito para que luciera más en la iglesia y convento de Santo Domingo. Esta gran obra fue descuartizada en las turbas que arrasaron los conventos
de Málaga la noche del 13 de Mayo de 1931. El tronco deformado fue rescatado y guardado en Santo Domingo pero esa noche la turba se apoderó de nuevo de Santo Domingo y la Virgen de Belén otra obra suya fue aplastada y del Cristo de la Buena Muerte nada más se supo. Pero todavía se cree que un trozo grande del tronco quedó escondido en algún lugar de Málaga. De él queda la pierna izquierda que tiene guardada la Congregación y fue rescatada por Paco Palma García. Más tarde se hizo otro Cristo de la Buena Muerte obra de Francisco Palma Burgos que todavía se sigue llamando "El Cristo de Mena" y procesiona por Málaga en la noche del Jueves Santo.

Magdalena Penitente (Situada en el Museo del Prado)

Concebida con un intenso realismo, destaca en ella el bello rostro consumido por un fervoroso sentimiento de místico amor, magníficamente reflejado en la emotiva mirada dirigida al crucifijo que sostiene con una de sus manos, aislando a la santa del entorno y desligándola del mundo terrenal. Destaca el virtuosismo de la talla, con el
que consigue magníficos efectos realistas en el tratamiento de las calidades.

María Magdalena contempla un crucifijo que sostiene con la mano izquierda, mientras dirige su mano derecha hacia el pecho, indicando su amor y devoción hacia Jesucristo. Su expresivo y afilado rostro, la mirada triste y la boca entreabierta quedan enmarcados por la larga cabellera que le cae sobre la espalda, los hombros y el busto. El movimiento iniciado por su pie izquierdo queda suavizado por un áspero y rígido hábito de palma, que oculta la anatomía de la santa.

La obra de Pedro de Mena es uno de los mejores ejemplos del lenguaje realista cargado de emoción y religiosidad de la escultura barroca española. El éxito de las representaciones de la Magdalena durante el siglo XVII fue enorme, como personificación del concepto de arrepentimiento cristiano. Pese a ser una iconografía poco utilizada en la escuela andaluza, tuvo gran aceptación en Castilla, conociéndose varios ejemplos similares.

Fue realizada para la casa profesa de los jesuitas de Madrid, durante un viaje que Pedro de Mena realizó de Granada a la corte a mediados de los años sesenta.

La escultura, ya elogiada por Palomino en 1715 por "su perfección y expresión de afecto" y objeto de poemas laudatorios, ha tenido una azarosa historia: expulsados en 1767 los jesuitas, la Casa Profesa pasó a ser oratorio de los filipenses con la
advocación de San Felipe Neri hasta la desamortización de 1835; entonces fue trasladada al convento de las Salesas Reales de la Visitación de donde salió tras los sucesos revolucionarios de 1868 con destino al Museo de la Trinidad, cuyas colecciones fueron, en 1872, incorporadas a las del Museo Nacional del Prado; por entonces fue nuevamente depositada en las Salesas hasta 1921, fecha que retornó al Museo del Prado, institución a la que pertenece y que mantiene en depósito en este museo desde 1933.

Ecce Homo

El Ecce Homo es la representación del momento en que después de ser azotado Jesús, con corona de espinas, manto y soga al cuello, es mostrado por Poncio Pilato al pueblo según el evangelio de Juan (19, 5) y dice: Ecce Homo, («este es el hombre»), que es lo que dará nombre a esta iconografía. Aunque hay realizaciones anteriores tanto en pintura como en escultura, es durante el Barroco cuando se encuentran más muestras ejecutadas por artistas en la pintura (Tiziano) como en la escultura (Alonso Berruguete, Juan de Juni, Diego de Siloé y sobre todo, Gregorio Fernández).23 No obstante, Mena optó por la realización bustos de Ecce Homo. Estas esculturas responden a la necesidad de devociones familiares o conventuales; todas son de dimensiones relativamente pequeñas. Además del Ecce Homo que custodia el Museo catedralicio de Valladolid, hay otros dos en el Museo Nacional Colegio de San
Gregorio: el que se expone habitualmente, y otro más, adquirido en 2008.

El Cristo puede representarse de medio cuerpo con una altura de unos 95 cm y se corta la imagen por debajo de las caderas, con las manos cruzadas y con los atributos de corona de espinas, soga y caña, como los ejemplares de Budia en Guadalajara y el de las Descalzas Reales en Madrid. Otro modelo tiene el busto hasta los pectorales, con los brazos y las manos atadas y los atributos pertinentes, como el de las Madres Mercedarias de Madrid. Por último, el tipo más numeroso es el del busto corto representado hasta el arranque de los brazos, con la soga colgada del cuello y la corona de espinas, logrando el impacto principal con la policromía del rostro. Entre ellos están el del convento de la Concepción de Zamora y el de la casa Profesa de Ciudad de México.



 Inmaculada Concepción.

Realizada en madera policromada.
Es la Virgen triunfante, en pleno despegue de la niñez hacia la adolescencia. Responde por tanto  a la idea de Interiam de Ayala, donde expone que se ha de pintar a la Virgen 'De diez a doce años de edad, con túnica blanca y resplandeciente... y la luna a sus pies'.
La figura está inscrita en un óvalo cuyas manos juntas en el centro, marcan la verticalidad. La túnica blanca de marcados pliegues y el manto azul exuberante, de bellísimas láminas, conforman el
volumen táctil de un extraordinario juego de luces y sombras.
La cabeza es de fino modelado, rasgos pequeños, formas rasgadas y deliciosa tersura. La peana acentúa aún más la belleza ingravidez de la imagen.
El tipo de Inmaculada creada por Alonso Cano, delicadeza y solemnidad, será llevada por Mena hacia un moderado naturalismo.
Pedro de Mena acostumbra en las peanas de las Inmaculadas, a poner una luna sobre la que se alza la escultura. Al mismo tiempo tiende a acumular ángeles, que no son sino tiernas figuras infantiles, fruto de ese amor por la infancia. En este caso es la cabeza de un tierno serafín.
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Videos





Enlaces

Presentación: https://prezi.com/1mnpjhximkao/pedro-de-mena/

Más información: https://www.wikanda.es/wiki/Pedro_de_Mena

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=mena-pedro-de

http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=6290

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/mena-pedro-de/60316f71-7158-4cfa-bf40-30c3b6ac7aa5

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/magdalena-penitente-pedro-de-mena/66f5215b-d51b-40b0-9e86-cb3df871c28b


martes, 23 de mayo de 2017

Catedral de Cádiz

"La Catedral de mi Cádiz que es tan bonita, 
que es tan bonita, 
con sus borlones de plata y sus campanitas,
 y sus campanitas..." 
(Tanguillo)

Localización 

La Catedral está situada en el centro histórico de Cádiz, casi al borde del mar, y es visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Es un lugar único que tiene una gran conexión con el mediterráneo. Lleno de arte e historia, es un lugar de oración, donde se reúne el pueblo de Dios presidido por el Obispo.  La Catedral es signo visible de los
avatares de la historia de nuestra Iglesia diocesana, y de la historia de Cádiz. Aunque construida en piedra, no ha sido testigo mudo de los acontecimientos históricos sino testigo clarificado de los mismos.

jueves, 18 de mayo de 2017

Barroco en Andalucía

El origen del Barroco lo encontramos en Italia centrándose sobretodo en Roma y surgiendo poco a poco estilos paralelos en otros países católicos.

Se va a desarrollar entre los siglos XVII y XVIII y será una expresión propagandista del absolutismo monárquico y de la Contrarreforma de la iglesia. Se usa el arte barroco como manifestación de grandeza y entre sus
características principales vemos:

1. Integración total de las artes plásticas.

2. Arquitectura monumental como marco de una excesiva y teatral decoración pictórica y escultórica.

3. Es un estilo de la grandilocuencia y la exageración.

Arquitectura y Escultura

El Barroco que en primeros momentos conserva un sentido clasicista en Andalucía, va a tomar formas propias en esta región conforme avanza el siglo XVII.

En Granada Alonso Cano que cultivó las tres artes fue quien creó primero una escuela importante, la granadina cuya influencia se extiende por las regiones próximas, siendo ello decisivo en el desarrollo del Barroco arquitectónico andaluz .

La segunda etapa comienza en Sevilla con las obras de Leonardo de Figueroa cuya personalidad artística culmina con la creación del palacio y el colegio de San Telmo en Sevilla. Antonio Matías de Figueroa realiza la Iglesia de la Palma del condado también en Sevilla. Con ellos los edificios sevillanos se revisten de yeso, piedra blanca y ladrillo brillante. Estos artistas influyen de un modo decisivo en la arquitectura de la baja Andalucía.

En 1729 Vicente Acero inicia en Cádiz la última gran catedral española. En Córdoba y Granada, Urtado Izquierdo y sus discípulos realizaran importantes construcciones entre las que destaca el Sagrario de la Cartuja granadina y la Sacristía.

El maestro que abre la etapa cumbre de la escultura sevillana es Martínez Montañes  cuyo arte clasicista y reposado influye en discípulos como Juan de
Mesa.

Sin embargo, con quién se llega al paroxismo del movimiento y de lo gesticulante es con Pedro Roldán. En Granada, Alonso Cano será el iniciador de una escultura escultórica en la que destacarán Pedro de Mena y José de Mora.

A comienzos del siglo XVII en Sevilla dominaba aún una pintura tradicional con influencias flamencas. Su mejor reprentante será Francisco Pacheco, autor de un tratado titulado "El arte de la pintura". Al clérigo Juan de Roelas se atribuye a ver introducido el colorismo a lo veneciano en Sevilla y se considera el verdadero padre del Barroco en la baja Andalucía. Un ejemplo es "El Martirio de San Andrés". Esta primera generación de pintores del Barroco se cierra con Francisco Herrera el Viejo maestro de su hijo, Herrera el Mozo.

En este ambiente sevillano, ciudad en pleno auge económico por el comercio con América, se formaron Zurbarán, Alonso Cano y Velázquez.

Fancisco de Zurbarán es el máximo oponente de la pintura religiosa siendo conocido como el pintor "de frailes". No obstante son famosos también sus bodegones. Su estilo es sobretodo tenebrista, de composición sencilla y velando siempre por lograr una representación real de los objetos y de las personas. Entre sus obras destaca "San Hugo en el refectorio de los cartujos".

Por otro lado su coetáneo Alonso Cano es considerado fundador  de la escuela barroca granadina. Inicialmente tenebrista cambió el estilo al conocer la pintura veneciana en las colecciones reales cuando fue nombrado pintor de cámara por el Conde Duque de Olivares. Entre sus obras maestras se cuentan los lienzos sobre "La Vida de la Virgen" en la Catedral de Granada.

Diego Velázquez fue uno de los grandes genios de la pintura universal. Nacido en Sevilla en 1599 y muerto en Madrid en 1660, se le considera pleno dominador de la luz y la oscuridad. Es el máximo retratista dedicando sus esfuerzos no solo a los Reyes y a su familia sino también a fuguras menores como los bufones de la corte, a quienes reviste de gran dignidad y seriedad.

En su primera etapa pintó escenas de género llamadas bodegones a los que poco irá sumando personajes y objetos como jarras, cubiertos.... son de gran realismo, en un ambiente tenebrista y con una paleta de colores muy reducida, ejemplos son el Aguador de Sevilla y la Vieja Friendo Huevos.

Velázquez no se centró solo en pintura religiosa o en retratos cortesanos, sino que también trató temas históricos ( La rendición de Vreda - Las Lanzas) o los mitológicos (El Triunfo de Bacon - Los Borrachos, La Fragua de Vulcano, y Las Hilanderas) también incluye uno de los escasos desnudos de la pintura española (La Venus del Espejo).

Velázquez supo tratar con enorme maestría a la atmósfera, la luz, y el espacio consiguiendo un efecto de profundidad totalmente realista como en Las Meninas.

Una tercera época dentro de la escuela Andaluza está representada por Murillo y Valder Leal. A Esteban Murillo se le recordó sobre todo por su Inmaculada y sus representaciones sentimentales del niño Jesús, pero también fue muy popular como pintor de escenas de género con pícaros que viven su pobreza con dignidad por ejemplo (Niños comiendo fruta o Mirando por la Ventana). A su primera época pertenecen también obras religiosas como el Buen Pastor, La Sagrada Familia dle Pajarito y las del Convento de San Francisco en Sevilla.

Su obra evolucionará mostrándose cada vez menos tenebrista.

Valdés Leal  es conocido sobre todo por las dos obras del hospital de la Caridad de Sevilla, grandes composiciones en las que se representa el triunfo de la muerte (representada por esqaueletos y calaveras) sobre las vanidades del mundo (simbolizadas por armadura o libros). Su estilo es dinámico y violento, descarnado y primando el color sobre el dibujo.

Catedral de Granada

Localización




La Catedral  está situada en la calle Calle Gran Vía de Colón, 5, 18001 Granada en
Granada.

Historia 

Su construcción se proyecta en el año 1505 sobre la antigua Mezquita Mayor de la Granada, por decisión de la reina Isabel La Católica, y se inicia en 1523 cuando el
obispo fray Fernando de Rojas coloca en la primera piedra del templo, según las trazas dadas por Enrique Egas, con planta similar a la de Toledo, siendo nombrado Egas poco después Maestro Mayor de las obras de la catedral.

Por entonces y desde 1525 Diego de Siloé dirigía las obras del Monasterio de San Jerónimo de esta misma ciudad, y el Cabildo entonces le encomienda unos diseños para la catedral, acomodados a la distribución de los cimientos y de la obra ya comenzada por Egas. Es posible que el Cabildo quisiera mayor dedicación y asistencia a las obras que la prestada por éste para el templo mayor de la ciudad, aunque puede que la razón final fuera el deseo de cambiar su aspecto medieval y goticista por otro nuevo de corte clásico y renacentista.

martes, 9 de mayo de 2017

El Palacio de Carlos V (Alhambra)

  Origen

El origen del Palacio de Carlos V se debió a la necesidad de un lugar que reuniese todas las comodidades de la época para el emperador y su familia, ya que el Alcázar, que era su residencia de verano, no cubría sus necesidades.

 Historia y diseño

Carlos V, Rey de España y Emperador electo de Alemania, decide edificar su Palacio Real en la Alhambra, después de la visita que realiza a Granada tras su boda en Sevilla con Isabel de Portugal en 1526. Su implantación, a pesar de su diseño y calidad formal, cambió la imagen del recinto alterando su tejido interior y la conexión con la ciudad. El proyecto original contemplaba una gran plaza porticada al oeste y otra más pequeña al sur modificando de forma importante los accesos.

Palacio de las Cadenas

  Localización
El palacio de Vázquez de Molina o de las Cadenas es un palacio civil del Renacimiento español, el palacio más sobresaliente de la ciudad de Úbeda, provincia de Jaén, y uno de los más fastuosos de España. Declarado Monumento Nacional, situado en la Plaza Vázquez de Molina, es la sede del Ayuntamiento desde 1850.
 Historia y estilo

Este palacio, conocido popularmente como de las Cadenas, cuyo promotor fue Juan Vázquez de Molina, sobrino de Francisco de los Cobos y, al igual que él, secretario de estado de Carlos V y secretario de cámara de Felipe II, y que no llegó ni siquiera a habitar, es en el mismo siglo XVI remodelado, y adaptado para monasterio de madres dominicas. De su fastuosidad ambiental originaria aún mantiene piezas como las pinturas murales de lo que fue Sala Capitular del convento de 1595 y en el tercer cuerpo un magnífico artesonado en artesa siguiendo usos y gustos mudéjares.

jueves, 4 de mayo de 2017

Renacimiento en Andalucía

Durante el s. XVI Andaucía será impactada de lleno por un acontecimiento de enorme transcendencia: El descubrimiento y posterior colonización de América.
Sevilla se convierte en el puerto y la puerta de las Indias y la ciudad, a la que se designa como sede de la Casa de la Contratación, pasa a ser una de las más importantes de España y de toda Europa.

El influjo americano también llega a Cádiz, Córdoba y demás provincias andaluzas, acudiendo a nuestra tierra gran número de inmigrantes así como banqueros y comerciantes genoveses o florentinos. Entre los llegados se instalan en Sevilla numerosos artistas que esperan trabajar para sus clientes americanos y a los que les envían imágenes, libros, cuadros, retablos, etc.

El estilo artístico propio del siglo XVI es el Renacimiento proveniente de Italia, que aboga por una vuelta a la tradición clásica greco-romana y en os aspectos ideológicos pone al hombre en e centro del mundo (antropocentrismo y humanismo) dando importancia a la fama y al honor. Hay una nueva alegría de
vivir y disfrutar de lo terrenal y eso se nota en que la arquitectura, esculltura y pintura ya no es exclusivamente religiosa (como ocurrió en la Edad Media) sino que abunda la arquitectura civil (palacios, ayuntamientos, universidades, etc) escultura profana y pintura, (retratos, escenas de guerra, etc)

En lo referente al Patrimonio monumental de Andalucía se nota también el influjo islámico mezclandose de nuevo los elementos mudejares con los renacentistas, como sucede en los palacios sevillanos de la Casa de Pilatos, el Palacio de Dueñas o la casa de los Pinelo. Otros palacios muy importantes son el de Carlos V en la Alhambra y los repartidos por Úbeda, Baeza, Córdoba y Granada.
Ayuntamientos renacentistas de mérito son los de Sevilla, Jaen, Baeza, o Martos y audiencias de la época como las de Sevilla o Granada.

A destacar también en la arquitectura civil los hospitales, como el de las 5 llagas de Sevilla, o el hospital Real de Granada. La universidad de Osuna y la casa de los Jesuitas en Sevilla completan esta relación de edificios civiles renacentistas.

En la arquitectura religiosa destaca el remate de la Giralda (giraldillo), las Catedrales de Málaga y Granada, la colegiata de Osuna y la Iglesia del Monasterio de San Jéronimo (Granada). Sacristias renacentistas son las de la Catedral de Sevilla y Jaén, la salaCapitular de Andalucía así como la Capilla Real de la Virgen de los Reyes que alberga los restos mortales de San Fernando.

martes, 2 de mayo de 2017

Catedral de Sevilla

“El encanto íntimo de Sevilla está en lo que nos comunica su pasado.
Su alma habla en la soledad silenciosa;
así el alma triste de toda la vieja España”

                                                    Rubén Darío, el de la princesa triste de la boca de fresa.


Localización

La Catedral de Sevilla está localizada en el corazón de la mítica ciudad de Sevilla, concretamente en la Avenida de la Constitución, s/n, 41004. 

Historia y estructura


En Junio de 1171 entraba en Sevilla el califa almohade Abü Ya'qüb Yüsuf, y en abril del año siguiente dispuso lo necesario para trazar las líneas del emplazamiento de la nueva mezquita que, además de poder acoger a los numerosos fieles, manifestara el poder espiritual almohade y el dominio magrebí en al-Andalus.

lunes, 1 de mayo de 2017

Arte Gótico en Andalucía

El gótico es el último estilo artístico de la Edad Media, posterior al románico y predecesor del Renacimiento. Se extendió entre los siglos XII y XV cuando Europa estaba azotada por pestes, guerras y crisis económicas bajo la dirección de la Iglesia se edificaron grandes catedrales provistas de coloridas vidrieras y lenas de luz y monumentalidad.

Mientras esto ocurría en Europa, durante los albores del arte gótico en Andalucía se producía una nueva situación política entre cristianos y musulmanes. La reconquista había dado a los castellanos las tierras de Huelva, Sevilla, Jaén y Córdoba, pero al mismo tiempo se había consolidado el reino nazarí de Granada. En este contexto el arte gótico penetró en Andalucía.
En el siglo XIII y en plena reconquista la Andalucía católica imitó las modas arquitectónicas de Europa. El protogótico irrumpió con originalidad todavía
enlazado al románico y a influencias mudéjares. Su implantación se extendió por las tierras del valle del Guadalquivir como en la provincia de Sevilla donde se hicieron varias iglesias de estructura gótica y elementos mudéjares mientras que en escultura destacó la Virgen de los Reyes que se encuentra hoy en la Catedral de Sevilla.


Así mismo en Córdoba se edificaron templos cristianos con un ligero roque gótico como la Iglesia de San Lorenzo o la iglesia de Santa Marina de Agua Santas. Ambas obras combinan los estilos protogótico, mudéjares y tardorománicos.



(Iglesia de San Lorenzo)

En Jerez de la Frontera (Cádiz) quedó testimonio de la iglesia de Santo Domingo de 1216. De las construcciones civiles del siglo XII destacan las atarazanas reales de Sevilla, un inmenso astillero medieval de estilo gótico y mudéjar
levantado en ladrillo y la Torre hispalense de Don Fadrique, una estructura defensiva que acuñó la arquitectura gótica con la románica tardía.
Tras esta primera irrupción el arte gótico se expandió por las tierras cristianas de Andalucía, durante el siglo XIV se levantaron grandes templos conservando algunos elementos andalusíes. La imaginería también gozó de gran impulso gracias a retablos y esculturas.                                                                                                (Torre hispalense de Don Fadrique.)


En la provincia de Sevilla aparecieron términos como la Iglesia de Santa María en Estepa. También en la capital se erigieron edificios de estilo gótico mudéjar, la iglesia de San Isidro, la iglesia de Santa Lucía o la iglesia de San Esteban.
En la sierra onuvense se construyeron iglesias góticas así como el monasterio de la rábida en el Palo de la Frontera o el monasterio de Santa Clara.


 (Iglesia de Santa María en Estepa)


En Cádiz irrumpió con fuerza el estilo gótico mudéjar desde San Lucar de Barrameda hasta el puerto de Santa María, pasando por Jerez de la Frontera.
En la provincia de Jaén también apareció esta arquitectura, en localidades como Úbeda, Baeza, Andújar o Linares destacando la iglesia de San Nicolás en Úbeda.

                                                                                                                                                                                     (Iglesia de San Nicolás)

Los siglos XIII y XIV fueron los comienzos de arte gótico en Andalucía. Al comienzo esta nueva orden arquitectónica se fundió con edificios románicos. Después, llegó el momento de asociarse al arte mudejar y enriquecerse con las
influencias orientales. 

En resumen en estos dos primeros siglos el gótico fue diverso y original, un arte que paulatinamente se abriría paso hacía la pureza y el esplendor de sus más colosales monumentos.

A la cabeza de estas grandes construcciones está la Catedral de Sevilla el templo gótico más grande de Europa con 116 metros de longitud y 76 de anchura que comienza a construirse a principios de siglo y cuyas obras duran hasta entrado el siglo siguiente.



En Jerez el gótico culmina con notables construcciones como San Miguel, Santiago y sobre todo la Cartuja de la defensión el principal templo de la provincia de Cádiz, donde el gótico evoluciona a Renacimiento.

                                                                    (Iglesia  de San Miguel)

En Úbeda destaca la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares. En Baeza se inicia la Catedral. En este siglo se construyen o reforman  numerosos castillos como el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba. También el castillo de la Yedra en Cazorla y  el de Porcuna del que perdura la torre de Boabdil.
(Castillo de la Yedra)

En el siglo XV se construye muchos irrelevantes retablos góticos, el más importante es el inmenso retablo mayor de la catedral de Sevilla obra del artista flamenco P.Dancart. Otro ejemlpo sería el retablo de santa María en Arjona. En pintura son evidentes las inflencias italianas y flamencas, como en el caso del mural de la iglesia de Santa María de arcos de la Frontera. Pese a la pérdida de gran parte de los murales aún se conservan algunas de las mejores pinturas góticas de Andalucía en el
monasterio de San Isidoro del campo en Santiponce. Igualmente, destaca la ”Anunciación” de la catedral de Córdoba. El apojero del gótico en Andalucía se extiende a la orfebrería que deja obras como la custodia de Enrique Arfe en la catedral de Córdoba.
(Retablo de Santa María, Arjona)

En cuanto a las últimas manifestaciones del gótico vemos cómo en toda Andalucía pero sobre todo en las comarcas que pertenecen al reino Nazarí, se desarrolla un gótico tardío, de decoración muy rica, en los últimos años de siglo XV y las dos primeras décadas del siguiente. Es el apogeo del gótico Isabelino. En Granada resulta decisiva la labor de Enrique Egas cuya obra máxima es la capilla real con el repulcro de los Reyes Católicos y también en la portada de Santa Isabel la real. No faltan en Granada iglesias de estructura gótica pero con alminares árabes como el de San
José o la Iglesia de San Juan de los Reyes. En Guadix la iglesia de Santiago es un ejemplo de gótico mudejar y la catedral se iniciará en estilo gótico para seguir en pleno renacimiento. En Almería se inicia el estilo gótico en la catedral y a la Alcazaba se le suma un estilo gótico. En Málaga el estilo Isabelino ofrece la portada del sagrario y la iglesia de San Francisco en Ronda.
En Cádiz está presente en el puerto de Santa María en su iglesia mayor y en el palacio de Jabalquinto de Baeza encontramos unas mejores portadas de este estilo de toda España. A partir de 1520 la introducción del renacimiento relega al gótica en la arquitectura y pintura andalúz.

(Palacio de Jabalquinto)