martes, 17 de enero de 2017

Tartessos


Civilización 

Hace más de 4.500 años ya hubo una primera civilización en lo que es la actual Andalucía. Tartessos fue el primer país políticamente organizado de Europa. Su territorio coincidía con lo que es actualmente Andalucía, teniendo sus principales ciudades entre Sevilla, Cádiz y Huelva.

Los tartessios desarrollaron una lengua y escritura diferente a la de sus vecinos y mantuvieron relaciones comerciales con griegos, fenicios y egipcios.
La importancia del reino de Tartessos se basa en que se constituyeron en un país propio, con su estructura política y económica independiente de otros pueblos de la península. Tartessos fue el país más avanzado de su época.

Su economía se basaba  en la agricultura, la ganadería y la pesca. Sin embargo, su mayor riqueza eran los metales, especialmente el oro, la plata y el estaño. Cuando las minas del Sinaí cayeron en desuso, los fenicios buscaron metales en esta zona. Su principal fuente de riqueza era la plata para la acuñación de monedas.

 

Se especializaron sobre todo en el cultivo de cereales, usando las técnicas importadas de los fenicios, sin olvidar las huertas y los frutales.
La ganadería era muy importante, especialmente para consumo interno.

El comercio fue la base de su economía y, a cambio de los metales recibieron joyas, telas y otros productos manufacturados. Este trueque fue muy importante, ya que facilitó el intercambio de aspectos culturales y religiosos.

En el siglo VI a. C., se produce la desaparición de Tartessos, pero no se sabe cómo desaparecieron.


Periodos
La cultura tartésica, hoy, se define claramente en dos periodos:
  •  El geométrico, que coincide con el final de la Edad del Bronce y que abarca desde el 1200 al 750 a.C. 
  • El  orientalizante cuando la cultura tartesia se empapa de elementos asiáticos provenientes principalmente de los contactos con fenicios y griegos y que coincide con la I Edad del Hierro y abarca desde el año 750 hasta el 550 a.C.

¿Tartessos o fenicios?

Tradicionalmente, se ha pensado que ambas áreas, pese a la cercanía geográfica y a las relaciones que se establecieron entre ellas, permanecieron sustancialmente independientes una de otra. El territorio nuclear tartesio se ha ubicado tradicionalmente lejos de la costa, mientras que lo fenicio se asocia al litoral andaluz y alicantinoSin embargo, algunos estudiosos plantean hoy en día que entre tartesios y fenicios se dio una auténtica fusión cultural, hasta el punto de que en términos arqueológicos se hace muy difícil distinguir en muchas ocasiones qué elementos son tartesios y cuáles fenicios.
Ésta es justamente la teoría que mantienen dos arqueólogos sevillanos, Álvaro Fernández Flores y Araceli Rodríguez Azogue, que entre 2002 y 2005 excavaron en el yacimiento de El Carambolo, ampliando la investigación que había llevado a cabo Mata Carriazo décadas atrás. En su opinión, El Carambolo no sería un asentamiento* indígena, producto de la civilización tartesia, sino un santuario fenicio, dedicado a la diosa Astarté, que alcanzó su máximo esplendor en el siglo VII a.C. y se abandonó en el siguiente. Una sentencia que reduce Tartessos a atrezzo imaginario y cuya onda expansiva ha sacudido a la comunidad científica.
Ambos autores mantienen que el área de expansión colonial de los fenicios se extendió incluso a Extremadura. Creen que los objetos bautizados como tartésicos (entre ellos, el propio tesoro de El Carambolo) son la expresión colonial de un pueblo semita que se asentó en Cádiz allá por el siglo X a.C. para luego expandirse por la costa y el interior peninsular. De esta forma, El Carambolo sería un santuario fenicio, resultado de un cierto "mestizaje" entre lo semita y lo local. Se podría comparar con la colonización española de América tras la llegada de Cristóbal Colón. Si uno contempla la huella dejada por los españoles en catedrales o iglesias de América Latina, ¿las catalogaría como obras españolas o locales?
Un reciente congreso, celebrado en Huelva en diciembre del año 2011, ha dado resonancia a las posiciones de los "tartesoescépticos", aquellos que dudan de que Tartessos pueda ser considerada como una cultura diferenciada. El debate se ha trasladado incluso a las vitrinas del Museo Arqueológico de Sevilla. Allí se exponen, también desde diciembre de 2011, las piezas del tesoro de El Carambolo, que durante décadas habían permanecido a buen recaudo en la caja fuerte de un banco. Pero ahora los visitantes leen una nueva denominación de origen: fenicia.
Sin embargo, para la mayoría de especialistas el dictamen de Fernández Flores y Rodríguez Azogue peca de atrevido.Creen, por el contrario, que en El Carambolo sí se advierten rasgos específicamente tartesios. Una evidencia de ello se encontraría en el altar con forma de piel de toro que ha aparecido en el epicentro* del recinto sagrado, la misma forma de los pectorales del tesoro de El Carambolo. En ningún santuario fenicio se encuentran altares con este perfil; únicamente en territorio hispano.


Investigaciones 
La investigación arqueológica se hizo esperar hasta el siglo XIX. El primero que removió las entrañas andaluzas en busca de Tartessos fue George Bonsor, un pintor anglofrancés que quedó fascinado por los paisajes de Andalucía y que, desde la década de 1880, cambió lienzo y acuarela por pico y pala en cuanto comprobó el potencial arqueológico que se extendía bajo sus pies. Nadie le había enseñado a excavar, pero su ilusión pudo más que su bisoñez. Bonsor recuperó un alijo de piezas tartésicas en diversas necrópolis sevillanas como las de Cruz del Negro, Carmona, Setefilla y Cerro del Trigo.

A Bonsor lo siguió el alemán Adolf Schulten, gran impulsor de la investigación en el yacimiento de Numancia, de donde salió enemistado con las autoridades culturales españolas. Schulten pretendía demostrar que Tartessos yacía en las Marismas de Doñana y pasó a la acción con la ayuda de Bonsor. Se hizo con las herramientas necesarias y dirigió la ambiciosa aventura de localizar allí Tartessos. Pero al final lo único que encontró fueron unas ruinas de época romana en el llamado Cerro del Trigo. Schulten fracasó, pero su contribución no dejó por ello de ser importante. Su obra Tartessos, publicada en 1924, sirvió para ordenar todos los conocimientos que se tenían sobre la antigua civilización del Guadalquivir y constituyó el punto de partida de investigaciones posteriores.


Descubrimientos y Argantonio
Todos los testimonios legados por las fuentes se refieren a Tartessos como una civilización de alma metalúrgica*: "El más elegante de los mercados, la ciudad del oro y la plata...". Tanto es así que Argantonio, el rey tartesio por antonomasia, lleva la plata (Arg-) incorporada a su nombre.

Pero la literatura se elevó a certeza arqueológica el 30 de septiembre de 1958, el día en que una cuadrilla de obreros que trabajaban en un terreno de un club de cazadores de Sevilla –la Real Sociedad de Tiro al Pichón–, en la localidad de Camas  hizo un sensacional descubrimiento: un recipiente de barro en cuyo interior aparecieron 16 placas, dos brazaletes, dos pectorales y un collar. Todas las piezas eran de oro macizo y pesaban casi tres kilos. Después de analizarlas, el arqueólogo Juan de Mata Carriazo concluyó que era "un tesoro digno de Argantonio".


Restos arqueológicos  


  • El yacimiento de "Turuñuelo": es un ejemplo más del poblamiento tartésico en Extremadura, y más concretamente en las vegas altas del Guadiana, que se suma a otros ya conocidos
    como Cancho Roano, en Zalamea de la Serena. Destaca por su buena conservación.

  • El yacimiento de "Turuñuelo", en Guareña, tiene unos 2.500 años de antigüedad y allí desarrollan trabajos arqueológicos el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Junta.
  • El Cabezo de San Pedro en un cerro situado en pleno centro Huelva, donde se han hallado un muro del siglo IX a.C. y cerámicas tartésicas (s. IX - VIII a.C.) con grafitos que muestran la escritura tartésica. Con esta escritura se han encontrado diversas estelas en Andalucía, Extremadura y en el Algarve al sur de Portugal.

  • El yacimiento de "" Foto situado en Escacena del Campo (Huelva): Ciudad habitada entre los siglos VIII y IV a. C. en la ruta que llevaría los minerales obtenidos en las próximas minas de Río Tinto a los puertos en la desembocadura del Guadalquivir, en el lago conocido por los romanos como Ligustino que ahora ocupan las marismas de Doñana. El perímetro amurallado y las estructuras de las viviendas se conservan sorprendentemente bien.

  • La "Necrópolis de la Joya" (en Huelva capital), datada entre finales del siglo VIII y la segunda mitad del siglo VI a.C. En ella se ha encontrado un conjunto de tumbas con numerosas piezas de ajuar, en su mayoría de bronce. Entre ellas destacan por su fino trabajo, restos de carros de caballos Foto, un brasero Foto, un anillo Foto, jarras Foto, urnas Foto, vasos y quemaperfumes.
El buen estado de conservación de "El Turuñuelo" ha permitido recuperar vigas de madera, restos de estucados de colores, piezas de cerámica, hierro y bronce, además de elementos más curiosos como bisagras de puertas, esteras de esparto y cereales.
El tesoro

El hallazgo de El Carambolo (el tesoro, que se llamó así  por el cerro de 91 metros de altura, de este nombre, en el que se encontró) alborotó los foros científicos cuando muchos se resignaban ya a una Tartessos virtual. El Carambolo se convirtió en la imagen de cabecera de la cultura tartesia y Juan de Mata Carriazo, en el padrino del descubrimiento.Durante tres años, Mata Carriazo excavó el yacimiento que representaba a la Tartessos tangible. Desenterró muros, estudió cerámicas, cotejó niveles estratigráficos y demostró, por fin, que Tartessos no era una alucinación de los autores de la Antigüedad.
De este modo, los estudiosos pudieron definir un mapa de la civilización tartesia, que se extendía por la mitad sur de la Península. Diversos yacimientos quedaban, así, asociados con Tartessos: en la provincia de Huelva, los de La Joya y el Cabezo de San Pedro; en la de Sevilla, El Gandul y Carmona; en Córdoba, La Colina de los Quemados; en Bajadoz, Medellín y Cancho Roano, e incluso en Portugal se considera tartesio el yacimiento de Alcácer do Sal. También cabe incluir en el área tartesia la localidad gaditana de Mesas de Asta, la Asta Regia romana. El término Regia es una interesante pista sobre el tipo de organización política del mundo tartésico; investigadores como Manuel Bendala sospechan que alguna élite tartésica gobernó estas tierras antes de que Roma le pusiera nombre.
Teorías
Es más que probable que Tartessos fuera solamente una asociación de caudillos bien avenidos, con intereses comunes, y una monarquía más o menos estable que actuara a modo de representación supra tribal. 

Arqueólogos de todos los confines han perforado con centenares de agujeros la provincia de Cádiz y Huelva para dar con el tesoro de Argantonio, el rey más emblemático de aquella dilatada dinastía de longevos, pero todo ha sido bastante infructuoso hasta la fecha. Es altamente probable que si se levantara la ciudad de Cádiz hasta sus primeros cimientos, la arqueología mundial se llevara un susto tremebundo. 
Shulten Schliemann, dos de los grandes de este arte de investigar el pasado, sostenían que todos los caminos de esta disciplina conducían indefectiblemente hasta aquella hermosa milenaria ciudad.


Leyenda

Los emporios comerciales de Tiro, Sidon y Byblos no distaban más de sesenta kilómetros de los montes de Líbano y al otro lado, en el fértil valle de la Bekaa siempre estaban las sorpresas agazapadas. Cuando no eran los hititas, eran los crueles asirios o los persas, siempre había algún belicoso invasor dispuesto a perturbar la paz de estos esforzados mercaderes. Por ello, se dotaron de estratégicas fortalezas en dichas ciudades a las que prácticamente convertían en inexpugnables. Hasta que llegó Alejandro Magno con su ingenio incomparable.

Este reino ocupaba una vasta extensión que abarcaba desde lo que hoy es el Algarve portugués hasta la actual Almería.

El caso es que en sus correrías mediterráneas , dieron en encontrar siete u ocho siglos antes del advenimiento del gran profeta Jesús, llamado el Cristo, en las proximidades de las columnas de Hércules –el actual estrecho de Gibraltar–, un estado con una más que cierta cohesión social y una estructura política bastante estable. Además este reino ocupaba una vasta extensión que abarcaba desde lo que hoy es el Algarve portugués hasta la actual Almería y tenia el valor añadido de satisfacer toda la demanda de metales de los que ellos carecían, por lo que se metieron en harina ante lo que parecía un buen negocio.

Para los fenicios, Tartessos, un reino de límites imprecisos, era como El Dorado. Oro, plata, estaño, cobre, etc., colmarían sus expectativas mas allá de lo razonable y por ende se pusieron a abrir factorías  de transformación por aquí y por allá en un ataque febril inusitado. Estos metales eran el motor del progreso y en la zona del Creciente Fértil, área que comprendía a Sumeria, Acadia, Persia, Mesopotamia y Babilonia no se comprendía el desarrollo sin ellos. Por otro lado, su pericia marinera era proverbial y de la noche a la mañana, convirtieron el Mare Nostrum en un trasiego de embarcaciones con su peculiar forma de navegación en cabotaje con costa a la vista. Ya en el año seiscientos, antes de nuestra era, se habían dado una vuelta por toda la costa africana en el sentido de la agujas del reloj que duraría tres años partiendo del Mar Rojo y desembarcando en Abydos en el norte de Egipto en una hazaña sin precedentes en la historia conocida. Baste decir que los portugueses para hacer lo mismo, tardarían un siglo dos mil años después para recorrer el mismo trayecto. A este grandioso periplo, se le llamaría la expedición de Nekao, que era el faraón de turno en aquel momento.

Bibliografía

La editorial Almuzara acaba de publicar el libro 'Leyendas de Tartessos', obra del político y escritor Manuel Pimentel, quien se adentra con este libro en la historia y los mitos de la primera civilización de Occidente que ha generado multitud de controversias sobre su origen.
“Se trata de historias maravillosas que todos deberíamos conocer.”, asegura Pimentel. 

Asimismo, destacan, entre otros capítulos, la Atlántida que nos narró Platón; el fantástico mito de Gárgoris y Habidis; los viajes que Hércules realizara a Tartessos para dos de sus trabajos, el robo de los bueyes de Gerión y de las manzanas de las Hespérides; el periplo del príncipe tartésico Nórax, que fundó la ciudad de Nora en Cerdeña; la sabiduría del rey Argantonio, que buscó el equilibrio
entre griegos y fenicios; el misterioso santuario de Cancho Roano, que los propios sacerdotes ordenaran derruir y la profecía a Julio César cuando acudió al santuario de Melkart, en la actual isla de Sancti Petri, para rogar a los dioses que le brindaran la gloria de Alejandro.

Además, este no solo ha sido el único libro publicado de Tartessos, sino que se han escrito otros como por ejemplo "Fuentes griegas y romanas referentes a Tartessos" de Jose Mª Blázquez o "Las fuentes sobre tartesos".

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Glosario

Asentamiento:Colocación o establecimiento de una cosa en un lugar de manera que quede firme.

 Epicentro: Lugar real o figurado desde el que parte una cosa o en el que se origina algo que tiende a propagarse.

Metalúrgica: es la rama de la ingeniería que se encarga de tratar los elementos metálicos y no metálicos contenidos en los minerales mediante procesos físicos y químicos, para destinarlos finalmente a la producción de aleaciónes utilizando éstos elementos.
Enlaces de Información

http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/tartessos-en-busca-del-reino-perdido_6233

PRESENTACIÓNhttps://prezi.com/_eoru_czgypw/tartessos/

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-03-08/el-gran-enigma-de-tartessos-el-dorado-del-pueblo-fenicio_98699/

http://historiadeandaluciaparaprimaria.blogspot.com.es/p/tartessos-primer-pais-politicamente.html

https://www.papelenblanco.com/historia/manuel-pimentel-descubre-las-leyendas-de-tartessos

Libro: http://www.casadellibro.com/libro-leyendas-de-tartessos/9788416392445/2657885 o https://www.amazon.es/Leyendas-Tartessos-Historia-Manuel-Pimentel/dp/8416392447

http://sdelbiombo.blogia.com/2008/102402--quienes-fueron-los-tartessos-.php - fotos

http://sevilla.abc.es/cultura/20140215/sevi-tartessos-problema-historico-201402151749.html


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